Los Chicos del Coro. Reflexión para los Educadores.
Los Chicos del Coro
La película “Los Coristas”, es una muestra de cómo una sola persona llena de vocación puede cambiar la realidad de un grupo de estudiantes que se encuentran inmersos en un régimen, que se oculta en la imagen de un sistema educativo humanitario, en ese sentido, dichos alumnos están constantemente bajo presión psicológica, verbal y física, ejercida por los docentes según su consigna: “acción y reacción”.
La historia se desarrolla en Fond d’ Letang, un internado para niños “difíciles”, donde no existe la participación, el derecho a opinar, y plantea hacer las cosas solo por obligación, con una disciplina basada en la represión, en los castigos y en la violencia.
Sin embargo, como en cualquier aspecto de la vida, la esperanza es lo último que se pierde, y aunque estos niños se encontraban adoctrinados a un estilo de vida totalmente ajeno a la vida de un niño, llego alguien que sin saberlo cambiaria la vida de todos para siempre.
Estos ambientes fríos, sin calidez humana, empañados por la tristeza y la soledad de niños que crecían alejados de sus padres y sin la comprensión de ningún adulto que fuese significativo, quedaron atrás cuando Clément Mathieu llego a las puertas de este internado, quien con su valor de la caridad y la compasión, logro crear un vinculo de complicidad y amistad con sus alumnos, así mismo, utilizando el humor y la música, creo un engranaje fundamental en su propio sistema educativo, que le permitió ganarse no solo el respeto de sus alumnos, si no además su cariño.
Y aun cuando ejercía un papel de autoridad ante ellos, logro involucrarse en la vida de cada uno, intentando mejorar su situación actual, propuso y ejecuto actividades totalmente distintas, en las que el sentido humanitario prevalecía. Así mismo, en su rol de docente, identifico las potencialidades de cada uno de sus alumnos, utilizando la música como instrumento mediador para cambiar la forma de ver la vida de cada uno de los niños que en el confiaban, abriéndoles puertas a caminos jamás recorridos, a experiencias que jamás olvidarían y que finalmente cambiarían su vida para siempre.
Esta película demuestra que cuando se hace lo que se quiere, lo que se ama, no hay limitantes y no hay sueños que no puedan hacerse realidad, aun cuando el contexto quiera obligarte a actuar de manera diferente. Clément Mathieu es la muestra no solo de un docente ejemplar, sino de un ser humano lleno de valores, que en medio de tantas dificultades logro encontrar muchísimas oportunidades, y las utilizo en función de mejorar la calidad de vida de sus alumnos, aun cuando la salida fácil hubiese sido salir de allí desde el primer día. Un ser humano lleno de valores que lo llevaron actuar siempre según sus ideales y no según los pensamientos de un director que no sabía nada de lo que realmente es vivir, pues vivir es ser libre y en Fond d´ Letang, la libertad no existía.