¿Puede provenir de Irán un genio del cine? El caso de Asghar Farhadi

in #movies6 years ago


source

¿Aceptarías una beca para ir a Teherán?

Como ya saben mis lectores de Steemit, vivo en Venezuela, un país bajo un gobierno autoritario, amigo de Bielorusia, Corea del Norte, China, Rusia, Cuba, Irán. Es decir, todos los países que en una película de James Bond serían la cuna del villano loco que trata de conquistar o destruir el mundo.

Y lo curioso es que siendo yo profundamente pronorteamericano (fui Fulbright Visiting Scholar en NYU en 2005) así como pro israelí por mi ascendencia sefardí, he trabajado como guionista con algunos canales oficiales, y, creo, han respetado mis posiciones políticas. Al punto de que mi jefa en uno de esos canales me ofreció una beca para ir a Teherán.

Pero ¿Quién aceptaría una beca para ir a Irán? Ni siquiera hablan árabe, sino farsi, porque son persas, y es una cultura tan distante de la nuestra en occidente, que seguramente no podría hacer conexión emocional ni espiritual con ellos, me dije. Me tendría que entender en inglés con los habitantes de un país cuyo gobierno sueña con construir armas nucleares para lanzarlas contra Israel, que apoya el terrorismo a nivel global, y todo ese imaginario que nos han metido en la cabeza los medios de comunicación.

¿Y el cine? ¿Qué diablos podría aprender un guionista como yo en un país tan lejano, donde no existe una industria cinematográfica consolidada como en Estados Unidos o Francia?

Craso error. He debido aceptar, he debido ir, sobre todo si hubiera tenido la oportunidad de trabajar con Asghar Farhadi, el genio del cine que vino de Irán.
source

¿Hay cine en Irán?

Sí lo hay, y de excelente calidad. Debí haber recordado, antes de rechazar la beca, que en 1999 yo había visto una maravillosa película iraní titulada “El Color del Paraíso”. Su director, Majid Majidi, fue el primer cineasta iraní nominado a un Oscar.

La película, que fue calificada como “hermosa” por The New York Times, es una las joyas fílmicas del cine iraní, y cuenta la historia de Mohammad (Mohsen Ramezani), un niño ciego que se encuentra solo, afuera de un instituto especial en Teherán. Es una historia conmovedora, implacable, que te va a estremecer, amigo lector, así que, si puedes conseguirla en Netflix o alguna plataforma de Internet, no dejes de verla.

Pero la fama reciente del cine iraní se debe al director Asghar Farhadi. Es uno de los pocos directores de cine que han ganado dos o más veces el Oscar a la mejor película extranjera. Federico Fellini (4) ganó en 1956 con La Strada, en 1957 con Las Noches de Cabiria, en 1963 con Fellini 8 ½ y en 1974 con Amarcord. Vittorio de Sica (2) ganó en 1964 con Ayer, hoy y mañana, y en 1971 con El jardín de los Finzi-Contini. Ingmar Bergman (3) ganó en 1960 con El Manantial de la Doncella, en 1961 con Como un Espejo y en 1983 con Fanny y Alexander.

Cabe destacar que Pedro Almodóvar (2) ganó en 1999 con Todo Sobre mi Madre (mejor película en lengua extranjera) y en 2004, pero el Oscar al mejor guión original, aunque estaba escrito en español, con Hable con Ella.

Asghar Farhadi (2) ganó en 2011 con Nader y Simín, una separación, y en 2016 con ‎‎ Forushandeh (El Viajante).

Así que imagínense ustedes, queridos lectores, a qué club tan exclusivo pertenece Asghar Farhadi, el gran cineasta que vino de Irán.

De La Separación a Todos lo Saben


source

Asghar Farhadi tuvo prohibición de filmar en su país durante cierto tiempo, debido a críticas muy fuertes que lanzó contra el gobierno iraní. Sin embargo, en 2011 Nader y Simín, una separación, fue filmada en Irán, aunque Farhadi podía haberla hecho en Francia. Hay rasgos autobiográficos en esa historia, sobre la dificultad de una pareja para divorciarse en Irán, debido a la presión del estado integrista islámico contra el divorcio. Aparte del premio a la mejor película en lengua extranjera, también estuvo nominada como mejor guión original.

Es la historia de una familia destrozada, con un hijo pequeño. Tienen que afrontar una terrible decisión: mejorar la vida de su hijo mudándose a otro país, o permanecer en Irán cuidando a un padre que se deteriora día a día debido a la enfermdad de Alzeimer.

La particularidad de los guiones de Asghar Farhadi es que no siguen el modelo del viaje del héroe que emplean usualmente en las películas de la industria de Hollywood, ni los arcos dramáticos psicológicos de las películas europeas.

Una Separación es como un roller coaster, que va subiendo poco a poco, de manera incluso tortuosa, hacia un pico emocional que nunca imaginamos cómo demonios va a ser.

Al principio, las acciones parecieran baladíes, como la vida ordinaria de cualquiera. Se van hilando acciones irrelevantes tras acciones irrelevantes, y de repente, sin que sepas de dónde ¡zás! ocurre una acción imprevista pero perfectamente plausible, que desvía el relato hacia un abismo. El roller coaster se desata, va hacia abajo a toda velocidad, y no hay manera de detenerlo, la adrenalina nos corre por todo el cuerpo, nos quedamos atrapados en la butaca, con la boca abierta, anonadados.

Usualmente, lo que mueve esas acciones, lo que desata en roller coaster en bajada son pasiones básicas, el deseo, el odio, el amor, la ambición, la mentira, la miseria humana. Farhadi logra, mediante esa temática y un trabajo abrumador con los actores, mantenernos al filo de la angustia a partir del punto de giro dramático de sus películas.

Ocurre así en Una Separación, cuando la mujer escoge que va a salvar a su hijo.

source

Ocurre también en ‎‎ Forushandeh (El Viajante). Un grupo de teatro en Teherán está montando Death of a Salesman, de Arthur Miller. Un matrimonio del grupo de teatro se muda a un nuevo apartamento, y contratan a alguien para una reparación menor. Pero en el interín, ocurre una agresión sexual a la esposa, lo cual hace tambalear el mundo ordenado y tranquilo –dentro de esa sociedad tan extraña para nosotros- en que vivían los protagonistas.

La acción dramática, el dolor, va a crecer y a crecer, hasta llegar a niveles realmente conmovedores. Sin parar, siempre en crescendo, el autor de la violación se mostrará desnudo, en toda su miseria y su humanidad, pidiendo perdón y redención para que su propio mundo estable no se derrumbe. ¿Vale la pena destruir el mundo y la familia de ese pobre diablo que pecó casi por curiosidad, pero que no es ningún monstruo? ¿Vale la pena hacer justicia a ese costo? El dilema ético y emocional de la pareja de actores nos rompe el alma. Luego de ver estos dos filmes, se puede decir con justicia con Farhadi ha desarrollado un estilo muy personal, una marca que identificas apenas ves dos o tres minutos de cualquier de sus películas.

Farhadi no acudió a la ceremonia de premios de la Academia, en protesta por la política migratoria del gobierno de Trump contra los viajeros proveniente de países de mayoría musulmana, entre ellos Irán. Habla muy bien de este autor el hecho de que se haya batido por su país y su gente, aun cuando en un momento determinado el gobierno iraní le prohibió filmar. Pero Farhadi, creo, sabe diferenciar un pueblo de sus dirigentes políticos y su gobierno.

Lo que todos sabemos


source

Su más reciente película la realizó en España, “Todos lo saben”.

Juntó un casting fabuloso: Javier Bardem y Penélope Cruz (esposos en la vida real y ganadores de un Oscar ambos), junto al gran actor argentino Ricardo Darín.

Como en sus otros trabajos, esta película empieza de manera tranquila, una boda en un pequeño pueblo de Castilla La Mancha (Torrelaguna), la hermana de la novia viaja de Argentina a España con sus dos hijos. Su esposo no puede viajar con ella.

En medio de la celebración, la hija mayor es secuestrada, y luego de un comienzo normal, festivo, lo que era un jolgorio se convierte súbitamente en un terrible drama, como ocurre en las otras películas de Farhadi.

Claro que lo menos importa es el secuestro, eso es apenas un detonante. Pero en torno a la desaparición de la niña comienzan a tejerse hilos, sospechas, odios y amores, que van descubriendo la vida secreta de ese pueblo y sus habitantes, lo que todos saben, pero nadie dice.

Farhadi es fiel a su estilo, y desata un universo de pasiones oscuras, secretas, que alcanzan niveles sublimes debido a la gran calidad de los actores.

Yo la acabo de ver en Caracas, y me he encontrado con críticas divididas. Para algunos, se trata de otra obra maestra del gran director y guionista iraní. Para otros, es su trabajo menos logrado. Rotten Tomatoes la valora con 60% sobre 100, en base a una recopilación de críticas y reseñas de prensa.

Como guionista, me crean malestar algunos giros de la trama, como el hecho de que la solución del conflicto venga dada por un personaje que no ha tenido casi participación en la historia, ni peso dramático, ni antecedentes suficientes como para convencernos del papel que súbitamente asume.

Es, como se diría en teatro clásico, una resolución mediante el recurso del Deus ex machina, que hoy en día tiene muy poca credibilidad y eficacia en dramaturgia.

Pero, en fin, apreciados lectores: Asghar Farhadi es un realizador de grandísimo talento, y todas sus películas valen la pena. Si las puedes conseguir por Netflix, por cable o por Internet, te las recomiendo ampliamente.

Va a ser todo un descubrimiento para ti, estoy seguro, conocer la obra de este director que vino de un país en el que yo no me imaginaba que había tan buen cine, y para el cual rechacé una beca: Irán.

Óscar Reyes-Matute / מתת
Video recomendado:
Todos lo saben (Trailer)

Sort:  

Congratulations @matute8029! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :

You received more than 50 as payout for your posts. Your next target is to reach a total payout of 100

Click here to view your Board of Honor
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP

To support your work, I also upvoted your post!

Support SteemitBoard's project! Vote for its witness and get one more award!

Coin Marketplace

STEEM 0.19
TRX 0.16
JST 0.030
BTC 65578.21
ETH 2613.33
USDT 1.00
SBD 2.67