Hablemos del factor humano en las organizaciones… (I)

Actualmente, todas las organizaciones y todas las teorías gerenciales se centran en un punto y este es, enaltecer a los colaboradores que nos acompañan y que dan vida a las empresas. Ahora bien, antes de comenzar la retribución, ¿no es mejor conocer a nuestros colaboradores? ¿Sabemos cuáles son los atributos o las recompensas que mueven a cada uno de nuestros trabajadores? O damos por sentado que con plan de desarrollo de carrera y sueldos competitivos es suficiente; esta es la cuestión que resulta una estrategia clave para atraer y retener a ese activo tan importante que le da la base de conocimiento y mística a cualquier organización.
Para empezar, cada ser humano es distinto, vive realidades distintas y muy probablemente se mueve por motivaciones distintas y aunque este es un hecho establecido así por los billones de personas que habitamos el mundo, no necesariamente significa que no compartamos intereses y motivaciones, así que tampoco habría que pensar que es estrictamente necesario crear un plan completamente personalizado para tener el personal mas feliz de las empresas, ya que no imagino el ejercito de personas enfocadas a brindar superación y calidad de vida en una organización multinacional y global. Habiendo dicho esto, tampoco es recomendable meter a todo el mundo en un solo saco y ofrecer un único paquete de compensación para nuestros colaboradores. Es un juego de variables tan grande como elementos organizacionales existan. La idea es irlos explicando en varias entregas de este estilo, para ir ofreciendo un catálogo de oportunidades a los empleadores y que vayan adaptando su propio plan de compensación para sus trabajadores.
Lo primero es entender que algunos tipos de personas tipificados y aunque no necesariamente encajamos directamente en uno de ellos, por lo menos tomamos la mayoría de las características de alguno de estos tipos: psicológicamente, Jung y Freud dividieron a las personas en introvertidas y extrovertidas, entendiendo que cada uno de estos estilos de personas pueden desarrollar la habilidad pensamiento, sentimental, sensaciones o intuición y dependiendo de la habilidad que sobrepongan en su personalidad, van direccionadas sus acciones y decisiones.

• Cuando se desarrolla la habilidad pensamiento, va orientada hacia donde se entienden y se da mayor peso en cuanto a las ideas o hechos que le circundan, por tanto hacia donde van dirigido su accionar.

• En lo sentimental, se dan las relaciones de cómo se percibe al resto del mundo y si se tienen facilidades para desenvolverse con muestras afectivas hacia el resto de su entorno. Una de las habilidades mas conocidas y con las cuales se ha estereotipado al introvertido y extrovertido, sin tomar en cuenta las otras habilidades, necesariamente.

• Cuando se definen las sensaciones, vienen referidas al énfasis colocado sobre las percepciones propias o de las demás personas.

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• Finalmente, la intuición explica de donde se afianza para tomar decisiones en el futuro, mientras que el introvertido resulta ser más un soñador, ya que puede fabricar internamente sus oportunidades y disponer mentalmente según sus convicciones en lo que puede resultar, el extrovertido resulta más aventurero y prefiere experimentar lo que el mundo tenga para ofrecerle.
  Trata de buscar tu propia personalidad de acuerdo a estos arquetipos, primero para conocerte y segundo, porque en la próxima entrega estaré explicando un poco sobre las motivaciones que mueven a cada uno de los tipos de personalidades explicadas el día de hoy. Esto, sin dejar de lado que existen muchísimas otras clasificaciones de personalidad ya que todo siempre resulta distinto del ángulo en que se mire; pero como dice en refrán, “de poetas y locos todos tenemos un poco”, he decidido inclinarme por esta clasificación psicológica de la personalidad.