PENSANDO EN POSITIVO
La mejor manera de encontrar el bienestar emocional y materiales PENSAR POSITIVO.
Muchas personas pasan la mayor parte del tiempo pensando en negativo, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que esta tendencia negativista ejerce su influencia desde una gran variedad de ámbitos en nuestra vida cotidiana, cosas como que dicen en nuestro entorno familiares, amistades, compañeros de trabajo, sociedad y cultura, por nombrar algunos, quejándose se alto costo de la vida, de la inseguridad, de que no le alcanza el dinero, con los medios de comunicación la lista se hace casi interminable con películas en su mayoría violentas/catastrofistas, programas de ingeniería social donde estudian detalladamente nuestros comportamientos para luego avivar el fuego utilizando tácticas de guerrilla social, la prensa amarillista alentándonos a centrar nuestra atención en dramas y tragedias ajenas, grandes tertulias en tono de gallinero, debates políticos insulsos e inconsistentes, informativos con un amplísimo porcentaje de noticias negativas (reforzando en nosotros la idea de que en este mundo apenas suceden cosas maravillosas).
El cerebro humano ha sido fuertemente programado desde que nacemos cosas como que le decimos a nuestros hijos que avisen tengan ganas de hacer tus necesidades, y luego pasamos largo tiempo diciéndoles que no nos avisen, además los programas sociales y culturales que determinan el modo en que interactuamos con el mundo.
La buena noticia es que el cerebro puede ser reprogramado. Si estos programas con los que funcionamos nos hacen sentirnos miserables, parece obvio que no nos están sirviendo. No es una tarea fácil, pero tampoco es imposible. Podemos reprogramar nuestra mente para tener pensamientos positivos que poco a poco se convertirán en hábitos, los hábitos que nos abrirán las puertas a nuestros sueños.
Como programamos nuestro cerebro para tener pensamiento positivos así:
“Cuando los Pensamientos Negativos se nos suceden en la mente, trabajemos combatiéndolos hasta lograr bloquearlos”.
El simple hecho de RESPIRAR PROFUNDAMENTE y esbozar una SONRISA elimina la tensión corporal y difumina la negatividad. Así que, cuando te sientas triste sonríe. El cambio no se producirá de un día para otro, pero tenemos la enorme suerte de que la mente es muy plástica por lo que cuando te quieras dar cuenta la positividad te vendrá de manera casi automática y el bloqueo emocional habrá desaparecido.
Evita las QUEJAS continuas. Las reclamaciones asiduas atraen, como un imán, las cargas negativas de tus propios pensamientos y emociones adversas.
Muchas de las percepciones que tenemos de que algo no va bien, comienzan a hacerse notar cuando nos lamentamos.
Sé LIBRE de pensamiento y emoción. No dejes que interferencias externas se acumulen en tu vida diaria.
Libérate de la negatividad que te envuelve, rumores, lamentaciones, comentarios malintencionados, etc. y da prioridad a aquello que te hace sentir bien.
Rodéate de GENTE OPTIMISTA, la positividad se contagia. Déjate guiar por tu intuición.
No te Molestes con facilidad ni le des importancia a las pequeñas cosas que en un momento dado te pueden hacer sentir mal. Cuando nos irritamos somos como el veneno de una serpiente que invade nuestro cuerpo y nuestra mente, convirtiéndonos en nuestro peor enemigo.
Procura dar espacio a la SERENIDAD y cuando te sientas superado practica la relajación para controlar la explosión de emociones negativas.
Vive el PRESENTE. El pasado no se puede cambiar ni el futuro adivinar, de esta manera eliminaremos el rencor del primero y la ansiedad del segundo. Lo mejor es vivir el aquí y el ahora, haciendo que el día valga la pena.
Las preocupaciones y las lamentaciones lo único que te aportarán es una SOMATIZACIÓN física que desembocará en una enfermedad.
Aprovecha los recursos que la NATURALEZA te ofrece, para cargarte de energía:
Siempre que tengas ocasión acércate a la playa, un río o una cascada, y déjate inundar por esa sensación placentera que transmite el contacto de tu piel con el llamado elixir de la vida. Si no puedes hacerlo tanto como quisieras, métete bajo la ducha de casa con los ojos cerrados e imagina que la negatividad que acarreas y el cansancio físico y mental que la determinan, se van escurriendo de tu cuerpo conforme el agua se desliza.
Camina descalzo cuando puedas sobre tierra pura (arena de la playa, césped, etc.), de tal manera que ésta misma ejerza una especie de masaje sobre la planta del pie. Si no tienes opción masajéate los pies con alguna crema tras un largo día de trabajo y disfruta de esa sensación de alivio.
Escucha MÚSICA que te haga bailar y cantar, evitando aquella que te remonte a momentos tristes. La vibración de la música hace emerger nuestra alegría dando paso a la manifestación de otras emociones positivas.