No me voy a conformar con nada menos de lo que me merezco.
El hombre no es la suma de lo que tiene, sino de la totalidad de lo que todavía no tiene y podría tener.
Jean Paul Sartre
En algún momento de nuestras vidas todos hemos tenido la clara visión de que poseemos algún don especial, Algo que nos hace distintos y mejores. Algo que podemos brindar y compartir. Algo que puede hacer al mundo un poquito mejor.
Todos soñamos... Sin embargo, para muchos de nosotros esos sueños quedaron abandonados a un costado de nuestras vidas. Nos fuimos envolviendo en la rutina, los problemas y las frustraciones. Y dejamos de soñar... Y junto con nuestros sueños desapareció la voluntad para forjar ese destino que creíamos merecer. Nos adaptamos y comenzamos a conformarnos con pequeñas cosas.
Ya no quisimos esa casa fantástica, nos alcanzó con una casita. Y empezamos a transitar la senda de la mediocridad. Empezamos a tener una vida pequeña.
Y cuando nos dimos cuenta, perdimos esa alegría y esa confianza, que es la gran ventaja que tienen los triunfadores.
Porque a los triunfadores no siempre les va bien la primera vez (de hecho casi nunca), pero tienen la certidumbre de que van a lograr lo que se proponen. Y no se conforman hasta que lo consiguen.
Y hacen realidad sus sueños.
Pero para hacerlos realidad no hay que abandonarlos.
Siempre pensé que todos tenemos algo único. Que todos podemos desarrollarnos y crear la realidad que queremos y merecemos.
A lo mejor es un talento especial para la pintura o para la música. Puede ser una extraordinaria habilidad en un deporte. O una maravillosa capacidad para relacionarse con la gente. Quizás una aptitud especial para los negocios.
Yo elijo creer que en la vida no hay favoritos. Que todos somos especiales. Que lo que diferencia a los genios y a los exitosos de los perdedores es la fidelidad a sus sueños.
Yo elijo creer que todos merecemos ser felices y tener todo lo que deseamos.
Sin embargo, a veces, la educación nos pesa. Y cuando nos felicitan por algo decimos: "No es nada...", o "Es porque no me conoces", o "Fue suerte..." en lugar de un simple y agradecido: "Gracias por decírmelo".
Y entonces ante un triunfo proclamamos: "En realidad yo no me merezco esto...", cuando en verdad trabajamos como locos para conseguirlo.
Claro, también lloriqueamos: "Qué hice yo para merecer esto...", en lugar de aprender y seguir adelante. Y en la vida si no sabes lo que quieres, nunca lo vas a tener.
Por eso, disfruto de lo que tengo, aunque no olvido lo que quiero. Nunca descalifiquemos nuestros sueños.
No acepto relaciones mediocres, ni mentiras, ni sustitutos de la felicidad. No quiero premios consuelo. Elijo seguir jugando hasta triunfar.
Tomado de: Mentruit, Otilia (2010). Diez puertas para ser feliz.
Sígueme y te sigo bro saludos.
Listo!
Excelente post, como siempre amigo! Saludos.
Este post está de lo mejor, no creo que exista algún steemians que NO se identifique con el.
Te voy a citar esta parte que me parece fenomenal. "Yo elijo creer que en la vida no hay favoritos. Que todos somos especiales."
En verdad todos tenemos ese don especial que muchas veces no logramos explotar, nos llega el tren de la abundancia y no lo abordamos, por temor, por miedo.
Gracias por compartir estas ideas con todos, ojalá y pase una ballena y te deje un buen voto, porque este post lo merece. Saludos amigo galue.
Gracias amigo, de verdad muchas gracias por tus palabras. Trato de poner temas que sumen, que dejen una enseñanza. No soy ballena pero te dí un voto de 0.00$ en tu comentario!!! Saludos y te sigo de vuelta!.
Excelente artículo hermano....persistir y nunca desistir de nuestros sueños...
Gracias por leerme! Saludos