Levántate, sé fuerte, sé tú
A veces, más de las que debería, la rabia nos aprisiona y no nos deja pensar bien. Ese calor instantáneo, esa ceguera que nos impide ver más allá, ese corazón encogido que nubla los pensamientos. Para, no hables, respira. Deja que la rabia pierda su fuerza, deja que la sangre fluya normal y aclara tu mente. Ya ves que, al final, no es tanto como parecía. Tú eres más que eso. Comentarios y acciones desafortunados, personas que buscan el daño… sé más que eso. Tú tienes el poder. La vida parece complicada, pero no es tanto así: suceden cosas que son ajenas a ti, pero eres tú quien decide cómo reaccionas a ellas. Unos “golpes” son más duros que otros y, aunque puedas tardar un poco más en responder, tienes en tu mano el poder de reacción. Por eso te animo a que siempre te levantes, siempre mires hacia adelante, siempre pises con paso firme, siempre seas tú, auténtico, sin que los golpes afecten a tu personalidad, aprendiendo a ser siempre mejor.