El cambio empieza en ti.
¿Sabías cuál es el momento más feliz en la vida de los seres humanos?
La infancia ese momento en que nos sentíamos libre no nos importa la opinión de los demás por lo que simplemente nos enfocamos en vivir, Jugar, correr, bailar, soñar e incluso bailar cuando ni siquiera sabemos sin duda ese ha sido el mejor momento en la vida de cada uno de los seres humanos.
Pero el problema comienza cuando empezamos a crecer y es que es en este proceso donde nos empezamos a fijar en la opinión de los demás y por esta razón muchos abandonan a ese niño interno y se vuelven amargados otros abandonan esos sueños que de niños tenían.
La sociedad juega un papel fundamental en estos momentos ya que durante años se nos ha educado con la creencia de que tenemos que estudiar las carreras no por vocación sino por mercado y sin duda está ha sido una de las creencias más limitante que ha existido, ya que cuando hacemos lo que amamos tenemos al universo y a dios de nuestro lado.
Por lo que cuando hacemos lo que amamos, dios y el universo se encargan de que se nos pague bien y es que es justo que se nos pague por divertirnos, sucede lo contrario cuando hacemos lo que no nos gusta así esto pague mucho dinero lo perderemos por nuestra mala actitud.
Todos tenemos un propósito y el mío es motivarte para que sigas tus sueños no importa lo locos que suenen, que te conectes con ese niño que era libre y que vivía a flor de piel, que hables con este y le preguntes que es lo que realmente quieres.
He visto muchas personas que estudian por estudiar haciendo algo que no les gusta y lo que hacen es perder el tiempo y crear más pobreza ya que su actitud no les permite tener una buena armonía con el universo y mi intención es que esto no te pase para que seas feliz y logres vivir en la abundancia.
Y recuérdalo: “lo malo no son tus lunes sino el trabajo que elegiste”
Coméntame allí abajo: Que sueño tenías de niño y que a partir de hoy no vas a dejar de luchar por él.
Si te ha gustado comparte para seguir haciendo este tipo de material.
By: Samuel Díaz