Líbrame del mal
Quisiera salir de estas cuatro paredes, paredes que opaca mi mente, mi espíritu. Me hacen sentir desesperada e inquieta... Cuatro paredes que me aterran, paredes inservibles que poco a poco me hacen perder los sentidos y la razón de vivir. Esta incertidumbre me consume lentamente. Llegará el día en que piense en mi muerte. Moriré de hambre o de sed... Cada vez más me seco por dentro; a veces quisiera desaparecer como la luz, esa luz que hace falta aquí, en estas cuatro paredes. Una llama aparece en el piso, luego corre por todas partes. Llegó la luz que necesitaba, Jugué con ella y acarició mi cuerpo, me até a ella, luego me desvanecí como un ángel, ¡al fin soy libre... de estas cuatro paredes!