¡Para no perder  el alma!

Cantamos canciones fuera de la ventana de una ventisca.
Mentimos imperdonable.
En el desierto cómo Cristo mismo ayunó
En sí solo lleva pavos reales.

En el corazón por siempre aman la ira,
Quien no necesita
Y sus hijos huérfanos dejaron de recordarlo,
O de nuevo... así que, por cierto mañana.

Te conozco más joven, o en años.
Imágenes, sonidos,
El tiempo estaba llorando fuera de la multitud carro.
¿Qué solía vivir?

Levantarse temprano por la mañana
Recordaremos el color de los campos orientales de los cruzados.
Donde no he hecho un solo paso
Muere aquí... Bueno, ¿es eso posible?

Estoy triste, pero no como antes,
Te lo digo honestamente, brevemente:
Comienza con esas palabras que necesitamos contigo
Recoger diariamente sin parar.