Mi querida, estoy leyendo tu trabajo, y me gustó. La historia es conmovedora. Fíjate en un detalle: El texto está contado por un narrador omnisciente, que sabe cómo se siente el personaje de su cuento. Pero, luego, la protagonista se metió en el relato, de imprevisto:

¿Por qué no me decía nada? Caminó hasta la habitación y cayó de rodillas junto a la cama: “Señor, quítame esto, lo que siento!..

A partir de acá, el narrador desaparece. Creo que si desde el inicio del cuento, hubieses puesto a hablar a la protagonista, el texto sí hubiese sido más imapactante y breve.

Bueno, esa es mi humilde opinión. ¿Qué opinas?