Historia

Un día, un agricultor humilde y pobre trabajaba muy tranquilamente para ganarse el sustento de su familia,
cuando de pronto escuchó unos lamentos de y salió corriendo hacia el lugar; al llegar encontró a un chico aterrado, que se hundía en un pantano gritando y eforsandose por salir de allí , el granjero salvo al chico del que pudo ser su ultimo día.

Al día siguiente llego un carruaje, un hombre muy elegante se presento ante el granjero diciéndole quera el padre del chico al que le había salvado la vida; amigo yo quiero recompensarlo por haberle salvado la vida a mi hijo,a lo que el granjero respondió: "disculpe pero no puedo aceptar un pago porque hice, lo hice simplemente porque igual que yo él es un humano que necesitaba ayuda y yo fui a ayudarlo y lo hubiese hecho fuera quien fuera contesto el granjero.

El hijo del granjero se presento en la puerta de la cabaña, el es su hijo si es mi único hijo, contesto el granjero con una inmensa sonrisa de orgullo. Esta bien si no puede aceptar el pago por ayudar a mi hijo, déjeme ayudarle a darle la misma educación que recibe mi hijo. Veo que el muchacho se parece a usted, así que creo que pronto crecerá y sera el muchacho que usted y yo queremos, el granjero acepto entonces y su hijo empezó a asistir a las mejores escuelas.

Al transcurrir de los años se graduó en unas de las mejores escuelas de medicina , siguió para darse a conocer como Doctor Flemin quien descubrió un potente medicamento. Años después llego al hospital donde Flemin trabajaba un joven enfermo de pulmonía, el Doctor Flemin hizo todo lo que pudo y suministro medicamento a aquel joven que pronto se recupero. Al cavo de los días llegaron al hospital el padre, el abuelo y el joven que estuvo hospitalizado, para agradecerle por haberle salvado la vida; el Doctor Flemin se puso de pie y le dijo: <hice lo que tenía que hacer; mi padre me ha enseñado que debemos hacer todo lo posible por ayudar a los demás, esto lo aprendí de él> , en seguida el Doctor se dirigió hacia el señor de avanzada edad y le dijo <Yo soy quien debo agradecerle a usted, tal vez no me recuerde pero yo a usted si... al ver la tarjeta, su apellido se me hizo familiar>.

Hace muchos años mi padre salvo a un joven en el pantano y usted en agradecimiento me dio su apoyo para ser quien soy hoy en día y creo que debo usar todo mi conocimiento para ayudarlo ahora que ustedes necesitan de mi ayuda. Aquel hombre con un nudo en la garganta abrazo a su hijo, a su nieto, al doctor y todos llorando quedaron en silencio.

No cabe duda que cada acto de amor por nuestros semejantes se convierten en dardos de esperanzas que un día regresaran a nosotros, ocúpate por lanzar la mayor cantidad de dardos de amor, más que los de odio pues tarde o temprano regresaran a ti, dime tú que quieres para ti en el futuro?

P.D. recuerda esto...de lo que siembres cosecharas.