La batería de la soga electroluminiscente se había agotado.

Deimos y Fobos ya habían salido pero la silueta seguia allí, inmóvil, sin hacer caso de las señales.
Hacía mucho tiempo que se había oído el canto de las golodrinas eléctricas y las luces de la ciudad brillaban constantes, allá, a lo lejos.

PERO EL CUERPO NO RESPONDÍA NADA, siguió en la misma postura que antes, la información contenida en su memoria ya había sido vaciada y su sangre ya sólo era una mezcla informe de heroína y adrenalina.

Poco antes de dejar de mirar la escena, la poesía y el horror del momento me hicieron tomar esta foto…

Recuerdos del futuro de mi diario personal, enero de 2110

NOTA IMPORTANTE:

Siempre me ha gustado mucho la posfotografía: no respetar la foto original, sino transformarla paulatinamente para que se apegue a representar lo que uno imaginó viendo determinada imagen visual.

Esta foto la tomé hace algunos años en una Casa del Horror que había en una Feria de esas de pueblo; tristemente, nadie hacia caso a la zona de juegos de feria, pero la zona de Bar y comida, con precios de escándalo, estaban a reventar. Fue allí donde vi al "ahorcado" y supe de inmediato que la figura representaba a la misma casa del horror, destinada a ser colgada ante los imperativos de diversión que promueve la posmodernidad.

En la foto original lo único que me preocupaba era lograr un buen contraste entre luz y sombras, pues sabía que lo demás iba a ser modificado.

CRÉDITOS:

Autor:

Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Publicado también en mi blog de cybermedios:

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https://cybermedios.org/2012/07/20/narcomexico-cyberpunk-el-ahorcado-estelar/