¿Qué es la Prosopagnosia?
La prosopagnosia se trata de una enfermedad cerebral, es un padecimiento poco conocido que se basa en la incapacidad de poder registrar rostros, los no-familiares, e incluso en casos mucho más graves, el paciente puede no reconocerse a sí mismo en un espejo o en alguna fotografía; este problema por lo general viene acompañado de otros, por ejemplo, dificultad para reconocer lugares, carros o emociones. Los afectados con esta patología pueden identificar una cara como tal y saben que existe una diferencia entre unas facciones y otras, pero no pueden reconocer o saber de quién se trata.
Las regiones encargadas del procesamiento de rostros se ve afectada en la 'conectividad' de éstas áreas, donde las fibras nerviosas encargadas de transmitir los impulsos rápidamente se ven totalmente perjudicados.
Es pertinente destacar el estudio realizado por el científico Cibu Thomas con 6 personas diagnosticadas con la ya mencionada enfermedad, hizo constar que, la integridad de esas 'conexiones' estaba alterada, comparándolas con personas sanas. Para este estudio realizado, utilizaron un tipo de resonancia magnética que puede medir las moléculas de agua en las fibras encargadas de transmitir información en las áreas cerebrales.
El cual hizo constar que las personas que padecían alguna enfermedad que afectase indirecta, o directamente dichos conectores, podrían sufrir alteraciones en cuanto a la parte de reconocer rostros, personas e incluso en los casos más extremos, objetos. Cabe destacar que este grupo de investigación puede acotar que: "Es posible que la expresión anómala de un gen durante un período crítico del desarrollo cerebral embrionario altere la maduración de la materia blanca en la corteza occipito-temporal."
El objetivo principal de éste texto es dar a conocer la Prosopagnosia como tal, y tener en cuenta las consecuencias que esa misma conlleva a las personas afectadas; teniendo en cuenta que la ya mencionada puede llegar a tener tan poca relevancia que hasta el mismo paciente puede desconocer el tenerla. Con el propósito de llegar a las causas reales que hacen de la Prosopagnosia una molestia.
Para entrar en la temática en cuestión, el nombre de ésta enfermedad deriva de las palabras griegas “Prosopon” que significa rostro y “Gnosis” que significa conocimiento, éste término lo recalca el médico Alemán Joachim Bodamer en 1947, éste decía de la
mencionada lo siguiente: “Es la interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son propios de determinada persona”; en la antigüedad, existían informes sobre la misma, pero no existía una investigación a fondo como tal.
Así mismo, en 1947 Bodamer publica un informe sobre dos individuos con este padecimiento, donde dentro de él, se hallaban explicados de una forma extensa los síntomas de la dicha enfermedad. Los cuales están vinculados directamente con la incapacidad de reconocer los rostros, por esta causa, una de las quejas más frecuentes de esta dolencia es que las personas que la padecen tienen problemas para poder continuar la trama de los programas de televisión/películas porque no pueden seguir la pista de identidad de los personajes.
Luego de su publicación, se han llegado a propagar casos e incluso, de celebridades que padecen de esta afección; teniendo en cuenta que todos han sido consecutivos a traumatismos cerebrales. Los pacientes que comienzan a padecer este déficit que fue causado mediante alguna lesión se le identifica como “Prosopagnosia adquirida”, en ésta se puede ver una relación directa de causa y efecto entre la lesión y el irreconocimiento e identificación de rostros.
Así mismo, los investigadores contemporáneos han llegado a abarcar e investigar un poco más sobre Prosopagnosia, llegando a la conclusión de que el paciente sin haber tenido algún traumatismo cerebral, la enfermedad puede presentarse desde el nacimiento o haberse desarrollado esta patología a lo largo de su vida con ausencia de alguna lesión neurológica o cerebral conocida, se le puede llamar como “prosopagnosia evolutiva o desarrollada”
Por añadidura, Joachim determinó que la Prosopagnosia era un caso de enfermedad neurológica muy diferente a la agnosia ya que ésta misma se basa en el simple hecho de irreconocer estímulos visuales; en el año 1990 la Prosopagnosia llega a observarse como un trastorno médico; debido a esto, la Universidad de Harvard tiene un centro especializado para el estudio de esta enfermedad. Según este centro de investigación, la condición llega a afectar al 2% de la población, de acuerdo a este análisis se puede concluir que es posible que los pacientes con esta deficiencia no notan el hecho de no poder reconocer el rostro de cualquier persona. Esto explica el hecho de que la Prosopagnosia haya sido desconocida hasta ahora.
A esta enfermedad se le conoce popularmente como 'Faceblindness' o, Ceguera de rostros; quienes la padecen, son incapaces de construir un rostro en su mente luego de observar los rasgos distintivos de todo ser humano en cuanto a la parte facial.
Paralelamente, en el caso peculiar de un hombre que luego de una lesión cerebral adquiere la Prosopagnosia, donde ésta le obliga a dejar su trabajo en la ciudad para más tarde convertirse en un pastor de ovejas. Luego de esto, se encuentra en la situación de no poder reconocer la cara de su mujer ni mucho menos la de sus familiares, pero en cambio, sí podía reconocer la identidad individual de las ovejas.
Sumado a esto, Isabel Gauthier, una neurocientista cognitiva de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, piensa que la Prosopagnosia no aclara el complejo mecanismo de reconocimiento de caras por el cerebro. Sostiene que hay personas que debido a un daño cerebral pierden la capacidad de leer. “Pero esto no significa que en su cerebro haya una zona especial para la lectura. Con las caras pasa lo mismo. No es lógico pensar que existe una zona especial para las caras.” explica la neurocientista.
Entre tanto, Duchaine y Ken Nakayama, de la Universidad de Harvard realizaron un estudio con personas que sufrían prosopagnosia, su objetivo era determinar si el cerebro consta con un determinado sistema de reconocimiento de caras o si en su defecto, utiliza el mismo sistema para reconocer los objetos. En su investigación, pudieron concluir que ninguno de los enfermos pudo reconocer las caras, sin embargo, pudieron distinguir entre los diferentes objetos como lo haría una persona sin esta afección.
Según lo que se viene diciendo, se infiere que la prosopagnosia es más un síntoma que una enfermedad, puede desarrollarse por genética o porque es consecuencia de otras patologías: ataques cerebrales; accidentes; traumatismos o demencia. Es decir, cualquier causa que afecte de forma determinante la parte posterior del cerebro o mejor dicho, el lóbulo occipital temporal podría producir prosopagnosia. Cuando una persona nace con este peculiar rasgo genético termina aprendiendo a vivir con él, así mismo, a esta persona no le resulta una molestia para que se pueda desarrollar una vida plena.
El el neurólogo Jorge González argumenta que los casos genéticos no suelen ser muy severos; los más graves son porque tienen alguna enfermedad que ha sido causa de la Prosopagnosia, no se sabe con exactitud cuántas personas pueden padecer por esta alteración ya que las que nacen con la mencionada patología no suelen presentarse al médico ya que lo consideran como una “característica de su forma de ser”
El neurólogo recomienda que si alguien comienza de pronto a no recordar las caras amigas e incluso familiares, es pertinente consultar a un especialista; cuando consultan, uno de los métodos utilizados para verificar si de verdad el paciente padece esta enfermedad es colocarle fotografías de figuras conocidas mundialmente.
En conclusión, el cerebro maneja la memoria facial en un lugar diferente al de los objetos, los investigadores Duchaine y Ken Nakayama mencionados anteriormente, realizaron un estudio que fue publicado en la revista científica 'Neuron', recalcaron que el reconocimiento de caras es una habilidad que ciertas personas no tienen. Sumado a esto, los individuos que poseen esta enfermedad tienden a diferenciar o en su defecto, identificar a sus semejantes mediante sus rasgos no faciales.
En pocas palabras, la prosopagnosia como se había planteado anteriormente, es más un síntoma que una enfermedad; puede ser inducida mediante alguna lesión cerebral que afecte de forma exponencial y particular el lóbulo occipital-temporal, así como también puede ser desarrollada genéticamente y se agravia a medida que el individuo se va desarrollando. Cabe destacar que no existe un tratamiento que sea meramente efectivo que pueda generar un mejor reconocimiento de los rostros, pero se puede llegar a crear un método que pueda facilitar el diferenciar a una persona de otra.
Para finalizar, resulta determinante acotar que desde el punto de vista evolutivo se cree que una habilidad pertinente del ser humano es la destreza para reconocer caras y es casi o totalmente igual a la capacidad de reconocer individuos y ello ha sido clave para el desarrollo de la vida en la humanidad.