Desvergonzada sabana de amapola, enrojecimiento de nuestros caminos.
De nuevo descongelar para siempre,
Y mi gato sin sentido.
Y mañana por la mañana la horca no me espera.
En un montón, susurra engaño.
La nieve fluye constantemente.
Las mitades se funden en una sola.
Con la sangre de un niño pobre,
¿Dónde están tus snigers donde están los bosques en la ventana?
En las persianas se pierden.
Débilmente lo veo.
Lo que el viento me diga.
Lo descubriste soy un robot.