Y siempre nos encontramos con la frase “Yo te amo, pero a mi manera”, realmente ¿Esto es cierto? Cada quien ama a su manera… yo estoy segura que cada persona da y ofrece el amor que tiene dentro de su alma, de ahí la importancia de una niñez llena de amor y afecto… ¿Por qué la niñez?

Les cuento que hace aproximadamente 8 años hice un retiro espiritual llamado “Conociendo mi niño interior” en el cual exponían la importancia de los primeros años de vida para la formación de ese adulto integral, nuestros nexos familiares, nuestros nexos afectivos, nuestros nexos con el mundo exterior, me impresiono mucho escuchar las vivencias de cada integrante del grupo y como esas vivencias de niño se repercuten en nuestra vida adulta, habían personas que nunca escucharon de sus padres un te amo, otras personas recibieron maltratos físicos durante su infancia por sus padres, otras fueron criados por una tia o abuela porque eran muchos hermanos y sus padres no podían tenerlos en casa, otras recordaban que no tuvieron fiesta de cumpleaños, otras recordaban que no tuvieron un juguete y asi cada uno recordaba su niñez…

El primer amor que conocemos es el de nuestros padres, ese amor protector que nos acobija y entrelaza entre sus brazos…ese amor que recibimos en nuestra infancia es el inicio de nuestra vida afectiva.

¿Ustedes, se imaginan, un niño no amado por sus padres? ¿Qué amor conoce? ¿Qué amor puede brindar?

Claro, hay muchas personas que salen de este patrón de conducta, que han sido capaces de trascender esa infancia gris y han sabido encaminar sus vidas con amor y gratitud.

Es por eso, que siempre digo que todo depende de nosotros mismos, que estamos dispuestos a hacer, que estamos dispuestos a cambiar, que estamos dispuestos a dar.

Siento rabia, cada vez que personas toxicas, empañan la vida de otras, siento rabia cada vez que una persona en nombre del amor traiciona y engaña, siento rabia cada vez que la dependencia emocional se adueña de alguien… y más cuando esa persona soy yo.

¡Dios mio, porque no conocemos el amor!

En los colegios, debería existir una asignatura de amor propio, de enseñarnos a cultivar el amor a nosotros mismos para que seamos capaces de ofrecer amor a los demás, estoy segura que seria un éxito, nos convertiria en adultos integrales capaces de enfrentar con amor cualquier circunstancia de la vida.

La base de nuestra sociedad en estos tiempos clama amor, nuestras vidas clama amor, nuestros hijos, nuestras familias, nuestro universo clama amor… pero claramente no es cualquier amor, es un amor verdadero, es un amor limpio, un amor transparente, un amor que nazca de nosotros mismos de nuestro interior y se exteriorice e impregne a nuestro alrededor.

Es necesario que seamos punto de referencia de bienestar y amor propio, como padres, como jóvenes, como individuos pensantes, tenemos una fuerte tarea que emprender en estos tiempos, cultivar el amor en todos los ámbitos, necesitamos niños felices, niños amados, niños extasiados de amor… pero ojo no confundamos dar amor con malcriarlos, nooo… muy pendientes con eso.

Si se dan cuenta, estamos viviendo en una sociedad casi automatizada, los hábitos y rutinas rigen nuestra cotidianidad hasta el punto en que ya nada nos sorprende. El amor no requiere de fórmulas mágicas para alcanzarlo, solo necesitamos cuidar nuestras relaciones, compartir instantes, tiempo, detalles.

Todo en esta vida es amor desde una planta hasta lo mas infinito... Todo, absolutamente todo, está hecho con amor para nosotros…

Y hoy, el protagonista de mi dibujo es: mi hijo Francisco Miguel Sánchez Mundo, de 5 años de edad y su obra de arte realizada en su colegio para mami con motivo del Día de San Valentín. Imagínense mi emoción y mi corazón grandotote de tanta felicidad… Les cuento que esto es más que una obra de Picasso…