Cada vez introduciendo  precios múltiples.

Lavar la estación entre las líneas de las pistas.
En el mundo cada uno de estos juegos.
Y hazme sonreír por un momento.
Dentro de nosotros...
¿Por qué me lastimas tanto la mano?
No perdería su sabiduría...
Todo el mundo tiene prisa y apresurándose,
Que la obra se ha hecho sin verdad.
Como poeta en ciernes
Créeme, no soporto la separación:
Yendo directo al infierno...
Al sonido del violín y órgano.
Y luego estas heridas se llenaron de tequila al amanecer.
Y creyendo ahora un espejismo.
Epidemia borrada a todas las personas.
Así que desarrollémoslos ridículamente.
Y agitando su mano con entusiasmo,
¿No entiendes cuánto valen mis palabras?
Pero en la esquina hay un tintero sin usar,
Lo que compulsivamente se mete en mi hemisferio cerebral.
Bien donde hay mucho contenido
Bajo el cielo azul
Poco a poco, poco a poco, llegué
Sin ti, en ella, no vives.