Aroma a Café

Mientras la brisa de la mañana y el roció acaricia cada parte de mi piel. Así me tomo mi café cada mañana, desnuda, relajada y descarada tentando al nuevo día, con el rubor de mis labios salivando por sus recuerdos, ese que a cada sorbo de café me hace recordar el fuego de sus dedos recorriendo cada parte de mi piel. Siempre disfruto de la intensidad y amargura en mi taza(bebo el café sin azúcar), es mi momento de paz, de meditación….

Cada café servido divina adicción la mía , al igual que el vicio de mi piel por el roce de sus dedos. Negro , caliente, fuerte y con el dulce exacto , que se encuentra al beberlo de sus labios.