De ensueños del barroco: Comparaciones entre las obras Hamlet y La Vida Es Sueño

in #literature7 years ago (edited)

Hamlet y Segismundo son príncipes atormentados que se encuentran atrapados en una relación difícil con sus entornos. Que ambos personajes se encuentren sumidos en la angustia no es una casualidad, sino que responde a los problemas planteados en el siglo diecisiete, época en la que escriben Shakespeare y Calderón de la Barca.

                                            

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En Hamlet, se puede notar la influencia de un estilo barroco, ya que aunque la obra se contextualiza dentro de la edad media, se considera que el personaje de Hamlet es la transición entre la época renacentista, que se caracterizaba por los hombres de acción, y la barroca, que era una época más reflexiva. 

En esta obra se refleja la incertidumbre que comenzaba a elevarse contra el humanismo renacentista, pues, comienza a explorar temas como la parte oscura del hombre, la crueldad de la realidad humana, la ambigüedad ética y moral de los personajes y el entendimiento de que los ideales no tienen lugar en el mundo real, lo que trae como consecuencia el final del humanismo.  Se puede notar que La Vida Es Sueño refleja la estética barroca del momento por la construcción de una realidad imaginaria, ya que nada es lo parece ser debido a la existencia de mundos inestables y engañosos.  

Los personajes, de ambas obras, dejan de ser simples y demuestran que el mundo humano está lleno de matices y complejidades. Estos se caracterizan porque el bien y el mal conviven en su interior por lo que no existe una condición de nobleza absoluta, y se puede notar claramente a los protagonistas luchando con sus instintos y sentimientos, ya que los seres humanos son la oscilación entre la sombra y la luz.  

Hamlet, príncipe de Dinamarca, se encuentra en una situación complicada, ya que su tío ha asesinado a su padre por las ansías de poseer el poder, quedándose no solo con el reino de su hermano sino también con su esposa, madre de Hamlet. Como si esto no fuera suficiente, el espectro del rey se le aparece a Hamlet para darle la difícil tarea de vengarlo. Este mandato no era difícil porque el asesinato de Claudio le resultara inmoral o porque no se considerara capaz de matar, sino porque Hamlet no tenía esa mentalidad guerrera que poseía su padre, él no sentía la necesidad de venganza porque él simplemente creía que eso no resolvería nada. 

La razón por la que Hamlet duda al momento de asesinar a Claudio, es porque él tiene esta mentalidad reflexiva típica del barroco, no es que sea indeciso es que su naturaleza le impide actuar sin reflexionar antes.  Este es un personaje que está decepcionado con la vida, en la obra se nos muestra a un Hamlet melancólico e irónico que cada vez más se sumerge en su tristeza y su locura al no poder llevar a cabo el mandato de su padre, por lo que termina destruyéndose a sí mismo y a los que lo rodean. Segismundo, que también era un noble, pues, era príncipe de Polonia, fue encerrado en una torre por su padre Basilio, el rey, ya que una mala lectura del futuro le hizo creer que si Segismundo alguna vez llegaba al poder, acabaría con su reino. 

                                      

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Por esto, es encerrado y ocultado para que nadie en el reino sepa de su existencia.  Su reclutamiento lo hace ser una persona muy reflexiva y alterada, por esto, cuando Basilio se propone liberarlo para ver cómo actúa, se comporta de manera cruel y agresiva, ya que fue sacado del único entorno que conocía, por lo que la realidad comienza a ser un estado de incertidumbre.  Al final, la obra termina con giro inesperado, pues Segismundo, al evolucionar como personaje, logra vencer los designios del destino, ya que se convierte en un rey piadoso, esto se demuestra cuando le perdona la vida a su padre.  

A continuación, se analizarán los monólogos de los protagonistas de las obras, estos monólogos son muy importantes ya que son una manera de demostrar los verdaderos sentimientos y pensamientos de los personajes al mundo exterior.  Algo que tienen en común estas obras es que la percepción de la realidad de los personajes se encuentra alterada, ya que hay un punto en que los personajes no saben diferenciar entre la realidad y la ficción.  

En Hamlet, la realidad se ve distorsionada en el momento en que el fantasma de su padre entra en escena. En ese momento comienza la locura de Hamlet, y los espectadores no pueden saber si de verdad lo está viendo o es producto de su propia mente.  “El drama es la realidad en que atraparé la conciencia del Rey” (Shakespeare, 2000, p. 101) 

Hamlet, que intenta no confrontar la realidad directamente, dirige una obra basada en lo que pasó para que el Rey admitiera sus culpas. Este fue el primer paso para que la ficción se convirtiera en la realidad de Hamlet, pues él se convierte en un actor más dentro del teatro del mundo.   

En cambio, Segismundo no sabe diferenciar si su experiencia en el palacio era real o solo un sueño:

“Decir que sueño es engaño;
bien sé que despierto estoy.
¿Yo Segismundo no soy?” (Calderón de la Barca, 2012, p. 130) 

Al principio, el príncipe se encuentra confundido, no puede creer que se encuentre fuera de su torre. Pero, poco a poco, al darse cuenta de lo que se había visto privado toda su vida su instinto agresivo se apodera de él, como consecuencia es llevado devuelta al cautiverio, y lo convencen de que todo había sido un sueño. 

Segismundo, inseguro de lo que acababa de vivir, no puede establecer diferencias entre la realidad y los sueños.  Los personajes de las obras también tienen en común que dudan acerca del significado su existencia y la vida que les ha tocado llevar, pues mientras Hamlet se pregunta si es mejor vivir o morir, Segismundo no puede diferenciar cual es su verdadera vida.  

En La Vida Es Sueño, vemos a Segismundo reflexionando qué es la vida, luego de que lo vuelven a encerrar en su torre, debido a su comportamiento inapropiado y agresivo dentro del palacio. Esa experiencia le hace pensar que él realmente no reconoce cúal es su vida, si la que está viviendo, en donde no tiene libertad, o aquella, la de sus sueños, que tendrá después de que esta acabe. Entonces, es esa experiencia de verse en otra realidad lo que lo hace cambiar, es decir, esto lo convierte en un hombre moral y ético, lo que le importa es obrar bien, para cuando despierte, para la otra vida.  

“¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción” (Calderón de la Barca, 2012, p. 167) 

Segismundo llega a la conclusión de que la vida no es lo que parece, por lo que la compara con los sueños: otro tipo de realidad.  “Ser o no ser: esta es la cuestión” (Shakespeare, 2000, p. 109) 

La duda de Hamlet es otra, ya que dentro de él se encuentra la lucha entra la vida y la muerte. No sabe si vale la pena vivir y aceptar los sufrimientos y la fortuna que conlleva o acabar con el sufrimiento y morir.  “Esa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar” (Shakespeare, 2000, p. 109) A Hamlet le parece mejor la muerte porque morir es parecido a dormir; pero cuando uno duerme, sueña, y esto es lo que impide llevar a cabo la acción. 

Entonces, Hamlet percibe los sueños como la muerte mientras que para Segismundo la vida es sueño. La locura es otro rasgo que comparten Hamlet y Segismundo, ya estos personajes no tienen una relación normal con el resto de la sociedad, creen más en una realidad individual que una colectiva, lo que los hace romper con las estructuras establecidas y quedar como locos frente a los demás. Aunque en realidad tienen mucha más razón de la que aparentan. Se puede notar que para los personajes de la obra, las acciones y los diálogos de Hamlet, carecen de racionalidad. 

Pero al inicio se da entender que Hamlet está fingiendo su locura, para poder lograr sus objetivos, sin embargo, él se compromete tanto con el personaje, que luego es muy difícil saber si está fingiendo o no.  Hamlet no reacciona a las situaciones como los otros personajes de la obra, él responde a todo con gran ironía y burla por lo que se le relaciona más con el amargo bufón Yorick que con su padre. Entonces, al no ser lo que se esperaba que fuera simplemente es dejado a un lado. Por esto, al romper las reglas y no actuar de la manera normal, él comienza a ser considerado como loco, la sociedad decide no aceptar un comportamiento distinto, por lo que su locura se utiliza como excusa para enviarlo lejos, lo que le conviene al rey. 

Cuando Segismundo puede convivir por fin con el mundo real, no se comporta de una manera normal porque el creció bajo circunstancias anormales, la única realidad que conocía era la de cautiverio que tenía dentro de su torre. Es por su primera y única reacción que tuvo frente al mundo real lo que hace que los demás consideren que está loco. Pero luego de razonar sus experiencias en otras realidades, es capaz de racionalizar sus instintos y comportarse de la manera más adecuada para relacionarse con el mundo y poder gobernar un reino.   

Para concluir, podemos notar que existen muchas similitudes en las obras: Hamlet y La Vida Es Sueño, ya que ellas hablan de dos jóvenes nobles atormentados por las situaciones que les tocaron vivir. Ellos reflexionan en tópicos muy parecidos como el significado de su existencia y el carácter indescifrable de la vida, llegando a distintas conclusiones. Se puede ver perfectamente la evolución que tuvieron estos personajes dentro de las obras: Hamlet, que comienza siendo un joven inmaduro en los primeros actos, termina envejeciendo y ganando conocimientos; pero él cambia del bien al mal, ya que al principio tenía muchas virtudes y buenas intenciones, sin embargo, al final el personaje termina cegado por la venganza trayendo mal a todos los que le rodean. A Segismundo le sucede lo contrario, pues, su personaje comienza siendo rebelde y cruel, pero gracias a las reflexiones que se va haciendo al transcurrir la obra, termina siendo un hombre virtuoso y piadoso, mostrándole a su padre su equivocación.  

Luego de analizar las obras resulta evidente que tanto Hamlet como Segismundo se encuentran en una constante búsqueda de su identidad, ya que nunca terminan de conocerse a sí mismos por completo, lo que responde a la estética barroca del momento. Esto es un elemento importante porque esta búsqueda es lo que justifica las acciones de los personajes.  

Referencias:  

  • Calderón de la Barca, Pedro. La Vida Es Sueño. Editorial Austral, 2012.   
  • Shakespeare, William. Hamlet. Editorial Planeta, 2000.  
  • Artículo: Hamlet/Sitio Web Wikipedia. Consultado 05/06/2016.  
  • Artículo: La Vida Es Sueño/Sitio Web Wikipedia. Consultado 05/06/2016.     
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De verdad que si sigues asi vas aa poner de moda a loss clasicos, me gusto.

Esa es la idea, jaja. Gracias por tu lectura, @sellergenius

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