Parentescos
Los animales en la selva, festejaban la llegada de la siempre esperada estación de primavera, todos con sus cornetas, bailaban y cantaban, cada cual con su empanada, su mandoca y su manzana. La lechuza elegante acomoda a los invitados, mientras el oso rechoncho prepara bocados, los turpiales hermosas melodías entonan y los cisnes con bailes afloran.
A mitad de la fiesta apareció una serpiente, delgada y pegajosa, con traje amarillo fuerte, todos al verla corrieron y se encaramaron, le pidieron que se marchara sin razones haber dado, la serpiente molesta una explicación exige, el búho sabiendo sale y le dice:
-Aunque bien disfrazada, no puedes negar, ser familia cercana de la serpiente voraz.
-Se equivoca, señor, soy yo y nada más. A la boa la conozco por libros de colorear.
-¡No logras engatusarnos, vete vamos, hazlo ya!
La serpiente decepcionada se marchaba del lugar cuando un grito de la coneja la hizo regresar.
-¡Auxilio, socorro, mi hijo está en su bozo!
De inmediato la pequeña fue, al conejo, auxiliar y apretando a la boa, la vida del pequeño pudo salvar. La boa marchó enojada, pues no pudo almorzar y la serpiente fue invitada a festejar con los demás.