Todos o nadie
La reunión de amigos, siempre estaría incompleta si falta al menos la tristeza del compañero afligido o la alegría del extrovertido. He notado que en el círculo, las veces que alguno ha faltado, se hace clara la necesidad de compartir algún sentimiento y la comodidad no existe, cuando todos, por separados, bullendo, nos encontramos.