Reflexiones desde un puente
No se lanzaría.
Hizo que su gente se organizara en la periferia de lo que consideraba suyo: No puede permitirse una invasión, no puede tolerarse ninguna injerencia, así sea de alguien que parezca traer auxilio y tener el derecho, pues solo le manipulan terceros; les dijo aún sabiendo que nadie le daba importancia a sus argumentos, aún sabiendo que solo querían recibir las órdenes, cumplirlas y ser reconocidos por ello.
Tenía que evitar que entraran por ese puente, tenía que evitar el desprestigio, ese puente era suyo, cederlo no era una opción. Al menos tenía que imponer sus propios términos, tenía que imponer su autoridad, pues justo eso querían arrebatarle, pues justo buscaban que se rompiera la estructura vertical de su poder, buscaban que se dejaran de cumplir las órdenes dadas, que se dieran órdenes incumplibles.
No podía permitir que pasaran por ese puente. Develaría demasiado.
Si bien había ido censurando una a una las ventanas de su palacio para que nadie viera sus propios vicios, a campo abierto no podía hacer nada (nunca le había interesado hacer nada más allá de lo cosmético). Podía evitar las averiguaciones sobre el despilfarro y robo de los suyos pero no podía evitar sus consecuencias: la sed, el hambre, la oscuridad y tantas cosas más.
Dejarlos pasar sería como promover un recorrido turístico por toda esa miseria.
Había que hacer lo que fuese necesario para evitarlo, después sería el turno del control de daños, de la manipulación, del tiempo y del olvido.
Ésta es la novena pieza del hiperelato Reflexiones.
A continuación se listan otras de sus piezas, agrupadas según su temática y enumeradas según su orden de ocurrencia (o de publicación en caso de ser sincrónicas).
Reflexiones
- Desde un palacio (1)
- Desde una ventana (4)
- Desde un puente (9)
- Al escalar (2)
- Al construir (6)
- Circulares (3)
- Triangulares (8)
- Verdes (5)
- Negras (10)
- Verticales (7)