Nosotros también a ti mamá
No suelo hablarle a extraños, ni siquiera mirarlos. Me considero una persona difícil de entender, pedante, grosera, amargada. No sé si lo desarrolle últimamente o es hereditario, siento estar cansada del mundo, todo me da igual.
Mi nombre es Angélica Gutiérrez vivo en Las Palmas - Caracas, me gradué de la Universidad Católica Andrés Bello de Licenciada en Historia, en dos días cumplo 67 años y no veo a mis hijos en 14. Para mí la vida se me acabó hace 15 años cuando rodaba el año 2013 y me diagnosticaron leucemia, cosa que siempre relaciono con la época en que mis hijos dejaron de visitarme. Otras cosas que deben saber de mi es que trabajé como profesora de bachillerato en toda mi vida profesional, inspirada por mi profesor de octavo semestre de apellido Zamora.
Como profesora de distintas áreas (Ciencias de la tierra, Geografía económica y cátedra venezolana) me puedo describir como algo injusta e inhumana, era típica profesora de bachillerato que alimenta su alegría con la desgracia de sus estudiantes, pero nunca avergoncé verbalmente a nadie en una clase como lo hice con Armando Bello, mi hijo menor.
Hace ya aproximadamente mes y medio que me determinaron la etapa terminal de mi enfermedad, razón por la cual mis hijos quedaron en visitarme hoy. Ramón Bello mi hijo mayor, Ingeniero Mecánico y mi hijo menor Armando Bello, Armandito que luego de graduarse de bachiller comenzó a patear la calle y no le dio tiempo de estudiar nada, agrego que me guarda rencor por los incidentes en clases de Geografía.
El primero en llegar fue Ramón, lucia unos jeans negros slim fit y una franela blanca rota en el borda del cuello, cuando llegó, su mirada se perdía en mi cuerpo, me decía ver más flaca, y se lanzó a abrazarme mientras fingía unas lagrimas de cocodrilo. Prácticamente no nos dio chance de hablar hasta que el timbre del apto 32 del edificio Plaza las palmas se activó de forma ensordecedora, por lo que supuse era Armandito, que ni me vendió una cara de tristeza al verme. Ahí estábamos los tres como en los viejos tiempos, sentados en el sillón sin decir mucho, habíamos pasado 2 horas juntos con escasas dos historias de Ramón sobre unas plantas hidroeléctricas en Japón que había visitado en diciembre, lo interrumpí en la segunda historia para ausentarme con propósito de ir al baño.
La caminata al baño me pareció eterna, lo recuerdo como una recopilación mental de mi vida, con la presencia de mis hijos en casa me sentía libre, realizada, con derecho a vivir, mi corazón desprendía adrenalina y me mente expulsaba memorias. Me sentía como bajo efectos alucinógenos, todo era palpable, feliz, encantador, nada se veía borroso, todo se veía borroso, deje de sentir mis brazos, mis ojos parecían fuera de órbita, no me dio tiempo de ponerme nervioso cuando me di cuenta que ya estaba en el piso del pasillo, esta vez no me salvo, los amo hijos.
Congratulations @andresucv96! You received a personal award!
Click here to view your Board
Congratulations @andresucv96! You received a personal award!
You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
Vote for @Steemitboard as a witness to get one more award and increased upvotes!