Dieciséis veinte veinticinco.
La luna amarilla miró por la ventana.
Y en esa tierra las esperanzas se hacen realidad.
Bajo la canción popular de los hipopótamos.
Como un destello, como un eco de bondad en él.
Y los columpios de acero alados son simples.
Recordando las rarezas.
Y el mundo será maldito para siempre.
Y cada uno de los pesimismo miró y escuchó.
Enserio.
Irmãos você é uma cantando muito difÃcil.