Historias de un Venezolano en Madrid

Desde hace ya dos años que vivo en España. No fue una decisión que haya hecho por las ganas de conocer otro país, fue por la necesidad de poder vivir una vida sin miedo y poder vivirla lo mejor posible.

Escribo esto no para contar la situación de Venezuela, ni mucho menos, esto es simplemente un post sobre algunas de las cosas que encontré raras sobre la sociedad española a primera vista, y vaya que fueron tremendas impresiones, las hubo muy buenas, raras y algunas malas.

Una de las primeras impresiones que tuve fue con el transporte público, ¡FUNCIONA!, teniendo en cuenta que vengo de un país en donde el transporte publico es ya un deporte de riesgo, esta reacción no ha de sorprender a nadie.

Mi primera impresión rara que puedo destacar es la lejanía de las personas, estas emiten un “aura” de que cada uno va a lo suyo, de no me molestes y yo no te molestare, aunque me pareció muy raro al principio, he de decir que también me trajo alegría, ya que había llegado a un lugar en donde no me juzgarían por la calle, al menos en voz alta.

Y la primera mala impresión es sin duda, el chiste mal contado de la política española, cuando leía las noticias sobre las elecciones presidenciales que ocurrían en el momento de mi llegada, solo un comentario cruzaba mi mente, se repetía de mil maneras, y hasta ahora, lo he usado en suficientes ocasiones como para saber que es la verdad: “aaahh, ya sé quién nos conquistó”. La política española es el mismo chiste, pero con mas experiencia, que todos los desastres latinoamericanos.