Reflexionando acerca de la vida
Como ya todos sabréis a estas horas, Stephen Hawking ha muerto, y con él se ha ido uno de los más grandes genios que haya visto el mundo. Aparte de su gran intelecto, también era conocido por su simpatía y las múltiples facetas de su vida, como su aparición en la inauguración de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 , o sus diversas apariciones en cine y televisión.
Pero si estoy escribiendo este post es para hablar de una cosa en concreto que leí esta mañana. Al saltar la noticia de su muerte, todas mis redes sociales se llenaron de artículos hablando del señor Hawking, de sus logros en la vida, y lo que nos había aportado a todos con estos. Y justo en uno de estos artículos, me encontré con un video de él, diciendo una frase que me ha dejado tocada desde que la escuche.
Recordad mirar a arriba hacia las estrellas y no abajo hacia vuestros pies.
Intentad sacar el sentido de las cosas y preguntaros por qué existe el universo.
Sed curiosos.
Aunque la vida parezca difícil, siempre hay algo que podéis hacer en lo que tener éxito.
Es importante que no os rindáis.
Por supuesto, este hombre tiene un millón de frases inspiradoras, y os aseguro que es esta la que me ha dejado más impresionada. No soy una física ni una matemática, es más, doy gracias cada día por no haber decidido dedicar mi vida profesional a las ciencias, pero he sentido siempre una gran admiración por este hombre. Su inteligencia no conocía limites, y las lecciones de vida que daba eran igualmente impresionantes, y necesarias.
Me he decidido hace relativamente poco a publicar mis historias y cuentos, algo a lo que nunca me había atrevido a hacer antes. Es más, apenas me atrevía a escribir, lo intenté hace bastantes años y al releer lo escrito, me sentí una auténtica farsante. Y pensé que lo mejor sería dejar de internarlo. Pero ahora que he dado el salto, y me he decidido a publicar
algo, apenas hay gente que haya reaccionado a lo que quiero contar. Y me vuelvo a sentir una farsante, como si en realidad no debiera intentarlo. Pero esta mañana, al leer la gran frase del señor Hawking, me he sentido algo aliviada. ¿Y si tan solo tuviera que insistir un poco más? ¿Y si en realidad, todavía tengo que trabajar más, implicarme más en esta gran aventura?
Es importante que no os rindáis, dice al final, y quizás, aunque esto no sea aquello en lo que destaque, si no me rindo, consiga llegar a algún lugar.