En la profundidad.

Quién diría que estamos vivos, pero no viviendo.

Quién diría que respiramos, pero nunca estamos consientes de ello.

Quién diría que tenemos sentimientos, pero no podemos sentirlos en tacto.

La brisa, la voz en tu mente, la tristeza y la felicidad son cosas que no podemos tocar ni mirar, ¿Por qué existen? ¿De dónde sale todo esto? ¿Algún día conoceremos realmente de la vida, del universo y sus secretos? Son las preguntas que vienen a mi mente, horas pensando en la respuesta, buscándole sentido. Mi mente se frustra, tiene sed de conocimiento. Mi morbo por lo oculto crece, me produce excitación aquella frustración de no hallar respuestas y debido a mis fetiches extraños esto me lleva a darme placer.

De la frustración al estrés he pasado, las horas sin dormir me llevan a la locura la cual se va notando a través de conversaciones sin sentido con mis allegados. "NO PUEDO SEGUIR CON ESTO", me dije un día. Así fue cuando entonces decidí dormir, decidí descansar, decidí dejar llevarme por la simplicidad, decidí caminar por mi ciudad y sus hermosas calles, admiré sus paisajes, acaricié a la madre naturaleza y sus manos, sus manos representadas en ramas, acaricié su cuerpo representado en tierra y me hundí en sus mares que es su mente, una mente profunda con mucha información donde en sus profundidades oscuras se hallan secretos, estos que nunca salen a flote; ahí entendí, que la mente humana no es la única compleja, que no todo tiene una respuesta, y si la hay, está en la profundidad de nuestra mente.

Descubrí que estas preguntas que me hice anteriormente, nos las hemos hecho todos por ser humanos e ignorantes al mismo tiempo, hasta que reconocemos que no lo sabemos todo, y que cada quien toma un camino. Algunos siguen adelante en su búsqueda de la verdad, en su búsqueda del conocimiento y hay otros que deciden simplemente no dejarse tortura por la frustración de no hallar respuestas, y viven su vida apreciando cada pequeño detalle del mundo. "¿Cuál soy yo?" Me pregunté. Luego, abrí mis ojos y miré a mi alrededor, estaba hundida en el mar, disfrutando del agua cubriendo mi cuerpo, y eso contestó mi pregunta. Yo había decidido, sin darme cuenta, dejarme llevar y amar cada detalle de este hermoso mundo y sus secretos, ahí entendí, que eso es lo que lo hace especial y así lo amo, porque como hay cosas buenas hay cosas malas que podemos disfrutar, por eso se dice por ahí que: "Cada cabeza es un mundo", y es así, es real, hay personas que te pueden deslumbrar, que puedes conocer y decidir ir mas allá, pero aunque te hundas en ese mar que es su mente, recuerda que hay una profundidad, que hay secretos ocultos que ni esas personas pueden descifrar; depende de ti si te quieres quedar disfrutando de ese mar.

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