Mi hija, la fuente de mi colosal felicidad

Cada día se intensifica mi amor por ti, y cómo no hacerlo si yo te concebí, eres esa estrella que alumbra mi camino, cada vez que te veo siento que estoy vivo, que algo dentro quiere explotar, puede ser mi corazón de tanta emoción.

El día de tu llegada fue el más feliz, ese día entendí lo maravillosa que eres para mí, te sentí mía, te sentí real, te sentí que formabas parte de mi felicidad.

Desde ese día hasta hoy no he parado de adorarte, me despierto y veo tu rostro que me alumbra con solo mirarte, es que tú eres lo más grande que jamás podría existir, ya mis ojos te pertenecen solamente a ti.

Ni la inmensidad del mar ni lo infinito del cielo jamás podrán comparar el amor que por ti siento, eres mi niña bonita, la más dulce melodía, eres calma, eres paz y a tu lado quiero estar, sin importar la distancia, sin importar los demás, solo quiero que sepas que eres mi tranquilidad.

Quizás no me entiendas todavía por lo chiquita que estas, pero algún día cuando crezcas te lo diré hasta el final, mi mariposita bella, quiero que seas feliz y yo me encargare de ser tu guía en este camino de espinas, donde no todo es tan fácil como parece al principio, pero toma mi mano y siempre estarás protegida conmigo.