Campamento para niños especiales - Mi vida y la locura

"Iras a un campamento para niños como tu"
Recuerdo muy bien esas palabras, estaba muy emocionada pues era la primera vez que mis padres me daban permiso para salir a un campamento, nunca antes había salido sin ellos. Ese día hice las maletas junto con mi mama, prometí portarme bien, ser amable y hacer amigos.

Ese día salimos bastante temprano, en todo el camino hicimos paradas para comer y comprar chucherias, fue un camino largo hasta el campamento . Noté que ellos actuaban un poco raro, no me mencionaron nada y estaban muy callados entre ellos pero al final no le di importancia, era una niña todavía.

Finalmente llegamos.

"Iras a un campamento para niños como tu"

Recuerdo esas palabras con mucho odio, el manicomio no es nada divertido.

Llegue y no sabia que pasaba o donde estaba, el sitio parecía mas un hospital que un campamento. Entramos a una habitación donde me hicieron unas cuantas preguntas e hicieron que me colocara un uniforme verde. Mi mama me dijo que estaría allí unos cuantos días, que esas personas me ayudarían y que seria divertido, obviamente no quería quedarme.
Me colocaron en una habitación pequeñita, solo tenia una cama y unas cuantas muñecas y cada vez que quería ir al baño tenia que pedir permiso y alguien me acompañaba, nunca me dejaban sola.
Solía pasar todo el día con libros, nunca me gustaron las muñecas, me parecían feas y a veces incluso me causaban mucho miedo.

A la hora de comer íbamos a un comedor no muy grande, tenia mesas largas y cada quien corría a buscar su puesto, me servían la comida con cubiertos de plástico, a otros le daban cubiertos reales dependiendo de cual fuese su estado. Después de comer nos llevaban a un jardín grande, había un parque, mesas, sillas y algunos arboles de mango.

Al principio me frustraba mucho estar en ese sitio, me sentía mas enferma de lo que estaba, sentía que no tenia libertad, no entendía por que mis padres me habían llevado a ese sitio. A pesar de que me visitaban muy seguido a llevarme caramelos y libros, no me sentía querida por ellos.

Con el tiempo me acostumbre a ese lugar, me di cuenta que podía hacer muchas cosas que estando afuera no podría hacer, podía tirarle la comida a alguien si quería, quitarme la ropa si me daba calor, gritan mil palabrotas, con tal estaba loca. Pero claro no siempre era así de divertido, cuando tenia alucinaciones me tornaba violenta a quien quisiera acercarse a mi, no por maldad si no que tenia miedo hacia ellos; terminaban dándome calmantes dolorosos y encerrada en mi habitación.

En esos momentos pensaba ¿que hago aquí? yo no merezco esto , comenzaba a sentir odio por las personas que mas amaba, mis padres ¿pero como podía odiar a quienes me dieron todo?

No lo entendía y aun no lo entiendo, pero aun así doy todo por ellos.

Actualmente sigo asistiendo a ese lugar, duro cierto tiempo allí y luego vuelvo a mi vida normal, ya es algo totalmente normal para mi aunque todavía no me gusta y no lo acepto.