Un día, unas horas e incluso podría ser solo un momento, pero vivir esos pequeños trozos de tiempo con alegría son los recuerdos que nos llevamos de la vida, así que pensé, que bien podría apreciar este (y los que estén por venir).

Ya que tengo meses sin escribir seguramente me encuentre oxidada a la hora de comunicar algo, y al entender que esta desaparecerá una vez regrese a la practica y de rienda suelta a las palabras que me piden dejarles salir, todo volverá a lo que fue unos meses atrás. Sin embargo, me agrada saber que no tengo inconvenientes al encender los motores cuando pienso en la felicidad que me causo este día en especifico, porque esa misma es lo que necesito y nada más.

El día 29 de Abril fue el cumpleaños numero veinte de una de mis mejores amigas, y esto trajo sentimientos tanto felices como extraños que no había tenido antes, acompañados de preguntas retoricas que me parecieron sin sentido en el momento y ahora recuerdo y estudio más minuciosamente.

• Sentí felicidad. Estaba tan agradecida de poder ver su sonrisa frente a mi, compartir con ella y sentir que vivíamos juntas ese momento especial. Un privilegio que muchos fuera del país por la situación que afrontamos, no pueden realizar con sus propios seres queridos.

• Sentí tristeza, porque a pesar de estar juntas y agradecerlo, no estábamos completas. La falta de nuestra cuarta integrante en nuestro intimo circulo de amistad se sintió más que nunca, siendo la primera vez desde que estamos juntas que alguna falto a una celebración así. Aunque sabíamos que en apoyo estaba a cada segundo con nosotras.

• Sentí que el tiempo pasaba tan rápido... con este año, todas comenzando nuestros veintes, damos paso a una etapa nueva en nuestras vidas, donde tendremos cambios bruscos y decisivos y nos volvemos "mas adultas", aunque suene gracioso. Dicen que entre los veinte y los treinta ocurren los mayores cambios de tu vida, una etapa que marca el resto. No tengo miedo de ello, hablando francamente, solo siento lo distinto que es y que será todo desde ahora. "Lo distinto no es algo malo, solo es difícil de afrontar".

Me sentí agradecida cada segundo de poder tenerla a mi lado, compartir risas y casi-lagrimas. De disfrutar tanto de una fiesta como quedarnos acostadas escuchando música mientras tratamos de tomar una siesta fallida hablando de lo que sea. De tomar fotos y caminar acompañándonos a la otra, salir a donde sea; pero juntas, y de contar con alguien sin condiciones.

¡Muchas gracias por leer! Nos leemos muy pronto.