Historia 1: La siempre feliz Sra. Maria

Es costumbre llegar 6am corriendo a leer historias de pacientes nuevos, pero sobre todo la emocion de ir a conocer esa nueva persona que tiene puesta en el hospital y sus médicos la fé de que volverá a casa sana, de esa fé tan grande en ti recae un % pequeño como interno; asi que como otro dia tome mi monton de historias y comencé a saludar a cada uno de los guerreros que estaban en cada cama de hospital mientas leía (de nuevo corriendo) las historias hasta que llegue a una: Maria en su séptima década de vida, presentando ascitis de etimologia no precisa, todo un enigma a descifrar.

Bien, termine de leer las historias y empieza la revision de pacientes pero ya era algo cotidiano por vernos diario preguntas con confianza: como pasa su fin de semana, si ceno con arepa o tizana, si han venido sus hijos a visitar, etc todo aquello para hacer mas ameno esa revision exhausta de cada mañana.

Por fin me dispongo a conocer a Maria una señora que desde el primer momento te sonríe a pesar de su dolor y de su incertidumbre de no saber que padece, aprovecho de presentarme a ella y sus familiares le digo que estaré con ella hasta que deje el hospital.

Debo decir que a partir de ese dia Maria era (repito) siempre alegre! mientras la examinas te cuenta como se siente, siempre con su "malestar estomacal" como ella lo describía y yo anotaba, sin embargo siempre puesta para colaborar, realizar examenes y todo el protocolo que implica descubrir una enfermedad. Los dias pasaban y el dia que Maria podia desayunar con empanadas y cenar pollo sin "malestar" era un triunfo y algo de lo que hablaríamos sin parar toda la mañana, aun seguíamos sin descubrir que teníamos en frente, sus hijos angustiados siempre fueron colaboradores a pesar de que entendían un 50% de lo que le decíamos..

Con el transcurso de casi dos semanas Maria ya era de confianza, aunque siempre preguntaba ¿Que sera? ¿Que tengo? solo respondiamos con calma "Lo estamos descubriendo" por fin un dia llego el diagnostico: CA Gastrico. ¿Como lo decimos? El especialista tomo la decision de ser él quien comunicara a la familia, para la cual fue muy dificil la noticia sin embargo su actitud fue ¿Que hacemos? Aunque no lo crean para nosotros surgio la misma pregunta ¿Que hacemos?

Lo primero fue no preocupar a Maria, sus hijos decidieron no decirle nada y solo informarle que era algo en el estomago, que le harian procedimientos rutinarios para drenar el liquido en su estomago y estaria bien. Y asi fue comenzamos a realizar paracentesis cada ciertos dias que hacian ella pudiera comer bien uno o dos dias "Sin malestar"

Pero seguia la pregunta ¿Que hacemos? Que hacer en un pais donde no se encuentra nada para pacientes oncologicos, simplemente hacer cuidados paliativos y esperar la oportunidad de conseguir la Quimioterapia en este caso. Mientras tanto Maria estaba feliz porque le realizarian la paracentesis cada cierta cantidad de tiempo pero ya estaria en casa, más comoda ese fue el trato.

Asi se fue de nuestro servicio con el compromiso de vernos cada ciertos dias y ella feliz de estar en casa. Pasaron las semanas y corria con la casualidad de que coincidia verla con sus visitas al hospital, tiempo de pues fui trasladada a emergencia pediatrica donde un dia llego el hijo de Maria con lo que seria su nieto, de una vez me saludo "Hola Dra. se acuerda de mi?" a lo que respondi "Claro, como esta Maria?" su cara bajo y dijo "Mi mamá murio"

A pesar de que quizas la quimioterapia no hubiera resutado tan efectiva por lo avanzado de su Cancer, es triste lo que pasa en los hospitales. Lo unico reconfortante de esta historia es que Maria siempre fue feliz.