LA BURLA, EL DÉBIL Y EL AD HOMINEM.
A propósito de una publicación que realizara un amigo en su página de Facebook comentando como se sintió cuando recibió por parte de un “Colega” de Colombia, un trato grosero, cruel, discriminatorio, de odio y xenófobo basado en su profesión y nacionalidad, el individuo en cuestión arremete contra mi amigo solo porque no comparte un criterio legal planteado por el en el grupo que comparten.
Aquí les copio algunos de esos comentarios, y que espero sirvan de reflexión:
El insultante: “ Y me importa un culo si lo es... Sigo pensando que se pone a debatir en asuntos banales”
El insultante; “yo soy J Osorio y soy especialista hseq y llevo más de 15 años está profesión. Pero aquí no vine a impresionar y decir que yo soy el mejor de lo mejor ni que tengo mi canal en Youtube ect. Creo que le falta mucha más humildad en sus expresiones y simplemente estoy dando mi punto de vista a un tema que para mí es irrelevante! Pero ya se el porqué de su arrogancia y falta de humildad eres venezolano y ahora entiendo el porqué de su prepotencia..."
El insultante: Dr Mendoza usted tiene 2 cosas que más odio en la vida y es ser abogado y peor venezolano jajajaja"
He seguido de cerca las expresiones de afecto y solidaridad que le han hecho llegar a mi amigo en su publicación con respecto a esta situación y he leído un comentario que me pareció que queda como anillo al dedo, al que les copio textualmente como el participante lo colocó, es bueno reflexionar sobre eso:
LA BURLA, EL DÉBIL Y EL AD HOMINEM.
El uso de la burla y de la descalificación es el recurso del débil, del desastroso, del arrinconado, de quien por alguna razón intuitivamente siente su esterilidad argumental en lo intrincado de su maltrecho y corrompido ser interior.
La burla es un relleno barato de la peor clase y se consigue en los peores basureros del mundo, de cualquier país y en cualquier idioma: tristemente es universal.
Es una resina que cubre la topologia argumental en su forma de horribles poros infectados básicamente de ignorancia, miedo y de falta de gran estima para con él mismo.
El fuerte nunca se ríe ni hace chistes del débil: siempre es todo lo contrario.
La fortaleza del genio, del fuerte y del sabio le abre más bien el deseo de corregir con mansedumbre a quienes están equivocados.
El burlón es un competitivo que trae su propio ruedo y dentro de una guerra imaginaria y fantasmal usa la burla cuando se siente perdido.
Es burlón es un nimio con retórica de circo y comedia, un filibustero de oscuros mares y con su barco robado, un corso con su patente de fiero, es incompetente, carece de teoría, lógica y valores académicos... es uno que necesita del talco y de las cremitas brillantes para reflejar mejor las luces de cine de productor barato y salir bonito en su autoretrato.
Sus "ja ja ja já" es la onomatopeya de la risa del ahorcado: una risa adelantada y de ultratumba de aquel quien en el patíbulo mira al verdugo y al público y se ríe solo para hacerse creer que todo está bien.
No en vano el Libro de los Salmos comienza diciendo:
"Bienaventurado el hombre que no se sentó en silla de burladores"
Salmo 1:1b
Biblia Reina Valera de 1602.
Ldmp feb 2018