Una historia de miedo inventada
Durante el verano pasado mis padres y yo tomamos unas vacaciones al campo, un pequeño pueblo llamado San Carlos, era recién la primera semana de Julio y hacía mucho calor, así que mis padres decidieron que nos quedáramos en una pequeña cabaña a la orilla del río, porque así sería un poco más fresco y podríamos entrar en contacto con la naturaleza. Sin embargo, lo que vi y sentí allí durante dos noches es algo que seguramente jamás olvidaré.
Recuerdo que era cerca de la media noche y, en casa cuando todos dormían, yo había decidido mantenerme despierto para escuchar los sonidos de la naturaleza. En ese momento empecé a escuchar unas risas, y por mera curiosidad, quise salir a mirar para ver quién podría estar cerca de la cabaña. Conseguí a un pequeño niño llamado Simón, me dijo que tenía 8 años y que vivía por allí, que sus padres no lo querían mucho pero que el disfrutaba estar por allí.
A la mañana siguiente, recuerdo haber comentado a mis padres, y el capataz del lugar, que estaba escuchando, me dijo que Simón es un espíritu que deambula cerca del lugar, pues hace más de 20 años, cuando él tenía 8, sus padres lo habían castigado tan fuerte que le dieron una golpiza y terminó muerto. Eso fue algo terrorífico