Cierto día conseguí una jornada de esterilización cerca de donde vivo, así que hice mi pago y llevé a Estrellita, conversando con una señora mientras esperaba que mi saliera de su operación ésta me comentó que la doctora que amablemente me atendía era participe de una fundación que se encargaba de acoger temporalmente gatos y perros callejeros para asignarles un nuevo hogar, hablé con la doctora y me dio el número de un señor que me tomaría unos datos para así poder adoptar un nuevo cachorro de compañía. Cuando le escribí al señor (que, por cierto, tenía un exagerado parecido a Walter White) pareció muy interesado en entregarme uno, me dijo "Tengo dos que acabo de rescatar, te pasaré una foto" e inmediatamente me mostró las dos pequeñas cachorras de 2 meses y medio, Suki (izquierda) y Geeta (derecha).

Inmediatamente me enamoré de Geeta, era un poco más estilizada que su hermana, y se notaba que las dos eran juguetonas, hablé con el señor, le dije "¡Yo quiero esa!" y el señor encantado me notificó que recibiría un correo con los datos para su adopción, luego de llenar la planilla, él iría personalmente con Geeta para conocer lo que sería su nuevo hogar.
Diego y yo pasamos días buscandole el nombre perfecto que se adaptara a nuestro gusto, así que después de varios días decidimos que íbamos a llamarla "Malta" (Regional, no Maltín, por favor). Al conocerla me enamoré aún más de su actitud juguetona y curiosa por la casa, por los gatos, aunque los gatos no la quisieran muy cerca, y por nosotros mismos. No se quedó ese mismo día, puesto que tenía diarrea y querían entregarnosla cien por ciento sana y nosotros aceptamos a recibirla cuando ellos pudieran entregarla. Luego de eso, no supimos mucho más del señor, llamabamos para saber cuando podíamos recibirla y no contestaba, así que un día, algo molesta decidí llamarlo y preguntarle exactamente cuando iban a poder acogerla definitivamente.

Al momento de llamar, el señor, que había sido tan amable conmigo contestó algo tajante, diciendo que no había podido contestar porque había estado ocupado, y que Geeta aún seguía en adopción, pero que debía cancelar 500.000 bs para poder retirarla, ya que eso era lo que él había pagado para desparasitarla. Debo decir que 500.000 bs en el mes de Noviembre del 2017 era MUCHO dinero, así que cualquiera pensaría como yo, que en ese caso hasta me saldría más barato comprar un perro de raza, pero yo no quería un perro de raza, quería a Malta, ya tenía más de un mes detrás de ella, y le tenía lista una correa y todo.
Así que acepté. Le pedí su número de cuenta para transferirle el monto y que le avisaría al momento de hacersele efectivo el pago, momentos antes de hacerselo, estuve llamándolo y nunca contestó, lo llamé un día tras otro antes de transferirle el dinero y nada, así que acepté la sugerencia de Diego, de que sencillamente el señor no quería (por la razón que fuera) que nosotros adoptaramos a la cachorra, y "lo dejé así" como quién dice.
Triste por la fallida adopción de un nuevo integrante para mi pequeña familia que consistía en Estrellita, Morty, la recurrente presencia de Diego en mi casa y yo, me fui varios días para que mi hermana, que vive al otro lado de la ciudad, cuando llegara, Diego me iba a esperar en un centro comercial cercano para venirnos juntos a la casa, cuando me dice "Te tengo una sorpresa", le insistí mil veces y no me dijo qué era, así que al llegar con miedo a mi casa, conseguí la cosita más tierna que había visto en mucho tiempo:

Eran los 45 cm de pelaje blanco y negro más sedosos que había tocado, la actitud más juguetona del universo, y parecía que ya lo conocía de toda la vida, sólo me le lancé a él y jugamos juntos como si no fuese la primera vez en la vida que nos veíamos.
No entendía de dónde lo había sacado Diego, sólo me dijo "Me lo encontré" pero un perro tan cuidado tenía que ser de una casa, era más que obvio que no podríamos quedárnoslo mucho tiempo, el primer y segundo día en nuestra compañía estuvimos buscandole el nombre perfecto, pasamos por Panda, Malto (en honor a la pequeña Malta), Sirius, y muchos más, hasta que un día en medio de una conversación Diego dijo "¡RINGO!" y supimos que ese sería el nombre para nuestra nueva bola de pelo sin título. Durante tres días no salimos con él en ningún momento, era nuestro pequeño y adorable secreto, y tratamos de esconderlo como pudimos, hasta que un día pasamos por una casa muy cerca de la mía, y había un perro muy parecido a él, sólo que más pequeño, luego de debatir en una esquina durante como una hora, nos acercamos y le preguntamos a la señora si ellos habían perdido un cachorro "parecido a ese, pero más grande".
- "Sí, bueno, a mi no, a la vecina de aquí al lado, han llorado mucho por el perrito, ustedes lo tienen?"
- "Ah, sí, yo me lo conseguí hace unos días..."
- "Vengan, vengan, vamos a hablar con ellos"
Entre el alivio y el arrepentimiento de hacer lo correcto (más arrepentimiento que alivio)fuimos hasta la casa de los dueños originales de Ringo, llamamos a la puerta y no estaban "uppss que mal, bueno pasamos otro día" pensaba yo, hasta que la señora sugirió que caminaramos un poco más hasta el negocio que tienen muy cerca de ahí.
Para nuestra sorpresa el dueño de Ringo era un señor cristiano que habíamos conocido unas semanas atrás, que montó ese negocio y que nos conocía, ya que siempre comprabamos allí, la señora habló con él, y el señor en vez de aliviarse se tensó de que hayamos conseguido a Ringo, se nos acercó y nos preguntó si nosotros lo teníamos, le dije que sí, le explicamos como Diego lo encontró y nos pidió llevarsela, ya que sus hijos (una un poco mayor que yo, una niña de como unos 12 años y bebé de dos años aproximadamente) habían estado llorando mucho por ella, el señor vió mi muy notable tristeza y me dijo, y cito textualmente:

-"Vamos a hacer algo, vayan y denle el amor que le están dando, con una pareja como ustedes yo sé que él está muy bien, y cuando vengan les voy a decir algo, porque el que lo estén entregando Dios se los va a recompensar"

Casi lloro cuando estabamos hablando con el señor, pero definitivamente sus palabras me hicieron estar mejor, lo que sea que vaya a hacer, nos daba un indicio de que no sería una despedida para siempre de Ringo.
Fuimos, nos despedimos del pequeño Ringo Stark (algo de Game of thrones le teníamos que poner, jajaja) y al llegar de nuevo estaban los hijos del señor esperando por Ringo, que, por cierto, su verdadero nombre era "Blacky", lo abrazaron y estaban muy felices de ver que su amado perrito estaba bien y de que había recibido mucho amor, nuevamente el señor notó mi tristeza y nos separó, nos dijo que a su esposa no le gustaban los animales, y que realmente sólo lo tenían porque a su hija mayor se lo habían regalado, que lo más probable era que tuviesen que prescindir de él porque pronto iban a mudarse. Nos despedimos de "Blacky" una vez más cuando la hija mayor del señor nos dijo que lo fuesemos a visitar cuando quisieramos, aceptamos y ese día dormí extrañando mucho a mi Ringo Stark.
Tres días después me encontré con la chica, la hija mayor, me dijo que fuese el viernes a buscarlo, luego de llegado el viernes me dijo que me lo llevara todos los viernes para que pasara los fines de semana con él.
Actualmente Ringo tiene dos familias, dos hogares y por supuesto el doble de amor, aún me cuesta llamarlo "Blacky" en frente de su otra familia, pues no me gusta que sepan que lo llamé el nombre porque "Blacky" no me gusta, para mi Ringo le quedó perfecto, cuando las cosas tienen que pasar, pasan, y no podría estar más feliz con mi pequeña bola de pelos consentida.

¡Gracias por leer!

♡Xau♡