Reus: trekking para directivos
Ni paintballs, ni tirolinas, ni speakers de charla motivacional pidiendo abrazos al auditorio. Con ‘Desafía lo imposible’, el nuevo proyecto de David Ciudad (Reus, 40 años), las experiencias para directivos que propone este emprendedor huyen de la explosión de adrenalina, emociones y sentimientos que acostumbran a caracterizar las actividades outdoor dirigidas al mundo de la empresa.
David Ciudad lo describe como «Leadership Trekking». Es decir, programas de liderazgo en medio de la naturaleza, donde el grupo de directivos que participa encadena entre dos y cinco días de senderismo, con pernoctación a medio camino en algún hostal o refugio de montaña, más un seguimiento posterior transcurridos unos meses.
Junto a otros cuatro socios del Camp de Tarragona y de Barcelona, este ingeniero industrial con trayectoria como emprendedor (en el camino, David Ciudad fundó dos startups digitales y paró un año entre proyecto y proyecto para dar la vuelta al mundo) dejó el pasado mes de julio su último trabajo por cuenta ajena para montar este nuevo proyecto empresarial.
Sus socios «son gente que lleva en algunos casos 15 años dirigiendo empresas, en puestos directivos, a los que les gusta la naturaleza», explica Ciudad. Su perfil es diverso, ajustado a los programas especializados que proponen: «Tenemos a gente del mundo de los Recursos Humanos, a un sociólogo, un coach, un máster en liderazgo... yo soy técnico titulado para guía de montaña».
Programas de liderazgo, programas de habilidades especializadas y formación personalizada son las tres áreas que componen su oferta personalizada. Desarrollo de equipos, innovación o gestión del cambio son algunas de las materias que se abordan. En todos los casos, el método es el mismo: reunir a un grupo de gente, sacarlos a caminar por un entorno natural y aprovechar las experiencias que se generan para fijar conceptos.
Sus clientes son empresas. Han trabajado con Borges, Fira de Reus y Bauhaus, y tienen programadas ya acciones formativas en Madrid con clientes como Repsol. En todos los casos, «hacemos una evaluación previa del equipo y miramos de adaptar el trekking a sus condiciones físicas», explica David Ciudad.
«La idea -prosigue- es que nadie se quede atrás: son directivos y salen de su zona de confort, pero no ha de ser una penitencia. Por eso pernoctamos en hostales o refugios, pero no en tiendas de campaña. Ha de ser un poco duro y te has de cansar, pero no hasta el agotamiento».
A la sesión formativa con trekking le sigue, transcurridos unos meses, otra sesión en la empresa que sirve para acabar de fijar los conceptos aprendidos. El éxito, sin embargo, depende de lo que haya sucedido durante esos días de caminata. «No vamos a jugar -explica David Ciudad-, vamos a desarrollar algo en un lugar diferente: es una experiencia transformadora».
«Por ejemplo, habrá un día que lloverá, y la gente reaccionará, y después se analizarán esas reacciones. Al final, aquí, las emociones juegan un papel muy importante. Anclas momentos de la experiencia para que puedan aplicarlos al día a día de la empresa».
Dos días con pernoctación, más un seguimiento posterior, pueden costar entre 500 y 600 euros por persona. Confían cerrar este año con una facturación de unos 200.000 euros.