Cada vez que Japón coincide, los espectadores japoneses regresaron a casa después de limpiar el estadio después del partido. Nadie se los contó, pero ellos mismos hicieron este ejemplo por sí mismos. Después de un empate 2-2 en la primera ronda contra Senegal, varias personas de ese pueblo se reunieron en un paquete de fichas de estadio y latas de cerveza, y las recogieron en un cubo de basura. Eso es lo que han hecho en los partidos restantes.

Ayer, los fanáticos japoneses no se olvidaron de la responsabilidad de perder el partido contra Bélgica en el último minuto. También regresaron después de parar el estadio.

Esta era la vista del espectador. Los futbolistas japoneses también han hecho otro ejemplo. Incluso después de que terminó el sueño de la Copa del Mundo, los rusos podrían recordar a los jugadores japoneses durante muchos días. En el vestuario que solían tocar contra Bélgica, tocan la puerta, haciéndola ordenada. Escrito en él, '¡Gracias a los rusos!'
¡Después de todo, los japoneses no pueden ser buenos!