ÁMATE POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

¡Buenas noches Steemians! Soy nueva por acá y para que me vayan conociendo, me llamo Maria José, soy Docente y amante de la biología. Quiero contarles un poco mi historia.

Nací y crecí en una ciudad muy pequeña del estado Zulia perteneciente a Venezuela, en dónde toda la gente está al pendiente de lo que hacen los demás. Para bien y para mal mi familia es muy conocida en ese lugar, por lo que yo especialmente siempre me sentí observada.

Tengo la ENORME fortuna de que desde que nací mi familia SIEMPRE ha sido muy amorosa conmigo. Sin embargo, había estado escuchado muchas voces que me decían que me iban a rechazar en mi casa, que le iba a provocar una vergüenza a mi familia y cualquier cantidad de cosas que por miedo me creí. Yo estaba convencida de que lo mejor para mí era vivir en el closet pensando que así no le haría daño a nadie. Pero con esa decisión le estaba haciendo daño a la persona más importante de mi vida: yo misma.
Fui creciendo y después de terminar mis años de colegio entre a la universidad, fui conociendo más personas que disfrutaban su sexualidad y de verdad eran felices y ahí fue que me di cuenta de la bendición que era poder expresar quién era sin miedos ni culpas. Entonces pude verdaderamente salir de closet conmigo misma y se me quitó un peso gigante de los hombros. Sin embargo, todavía seguía cargando el peso de que mi familia no sabía realmente quién era y que era lo que quería para mi vida.
Nunca me descubrieron nada, nunca levante sospechas, pero un día así sin más decidí no ocultar lo y ser feliz, un día les pregunt: Les importaría mucho que fuera gay?”. Recuerdo que mi mamá se puso a llorar pero me dijo que no le importaba que fuera gay sólo que le daba miedo que fuera a sufrir por eso, incluso en su mismo dolor después de decirme que no importaría habían días en que me odiaba, pero la reacción que menos me esperaba y más me impresionó fue la de mi papá porque sólo me abrazó y me dijo: “Si así eres feliz, yo te apoyo”.

Estoy segura que la noticia no debió ser fácil para mis papás porque indudablemente se vinieron abajo ciertas expectativas que tenían de mí y porque en el mundo en el que vivimos, no todos pero en su mayoría NADIE quiere un hijo gay porque saben que no la tienen fácil. Pero los dos estuvieron a la altura de la situación y desde entonces SIEMPRE me han hecho sentir amada y apoyada, lo que ha sido importantísimo en la construcción de mi identidad personal.

Desde la primera vez que le dije a alguien que era gay hasta el día hoy he salido infinidad de veces del closet y estoy segura que, mientras no entendamos que la homosexualidad es algo natural, me quedarán muchísimas más veces por salir del closet. Y está bien, si ese es el precio que tengo que pagar por ser quien soy lo voy a pagar, porque la libertad y la felicidad que me da el poder ser quien soy son invaluables.
Escribo esta historia, mi historia, porque creo que asumirme abiertamente gay es una manera de dignificarme no sólo a mí sino a toda la comunidad LGBT; porque creo que es una manera de luchar contra el discurso homofóbico que en pleno 2017 perdura en el mundo y porque tengo fe en que mi historia le puede dar esperanza a alguien en conflicto. Salir del closet es un acto de valentía que nos beneficia como individuos y como sociedad porque se promueve y normaliza la diversidad. Salir del closet es celebrar y abrazar las diferencias. Así que sal del closet, acéptate y libérate. Probablemente no será fácil, pero valdrá la pena. Te lo aseguro.

ÁMATE SIEMPRE, SER FELIZ SIEMPRE ES AMOR.