Presentación de mi existencia.

Mi nombre es Luis Villanueva y tengo 22 años, vivo en Venezuela y como la mayoría de los venezolanos, mi vida es limitada... Digo "vida" porque es lo más común para hacer entender rápido a lo que me refiero, pero para mí, "vida" es muy positivo a lo que realmente percibo.

Tengo pocos amigos y los pocos que tengo muy poco salgo con ellos (En realidad no salgo con ellos), ya ni siquiera me relaciono mucho con ellos porque siento que no encajo; si digo que son mis amigos es porque tal vez pertenecimos a un círculo social donde era inevitable no convivir como en la universidad o el trabajo y con los que más me he relacionado en comparación con el resto.

Laboratorio de semillas donde hago pasantías. Parece un laboratorio de tortura y créanme, lo es.

En mi corta existencia, he corrido con pesos... Pesos por errores del pasado que me han avergonzado, que me han desmoralizado y destruido mi autoestima el cual me ha costado sanar, pero que me afectan el presente y estoy seguro que también afectarán el futuro. Creo que analizo mucho las cosas y otros podrían decir que me ahogo en un vaso de agua (depende de la perspectiva que se vea). He querido buscar refugio en mis padres, pero siento que no me entienden, no quiero decir que mis padres sean malos, pero algunas veces les he querido comentar de algún comportamiento que podría mejorar según lo que analizo, según mi criterio, pero es inútil. Esto lo dejo en duda porque podría ser que yo esté equivocado o que mi palabra no tenga valor por mi baja edad o porque no he producido lo que ellos han producido en sus existencias, pues sigo siendo dependiente de ellos y eso de alguna manera quita valor a mi palabra. El ser humano es superficial, aunque yo tenga la razón, mi estatus no le da valor a mi razón, también puede ser por mis errores el cual ellos son testigos, aunque recordando que puede que yo esté equivocado.

He querido cambiar lo que acabo de explicar tratando de producir en un mundo que se mueve por el dinero... El dinero cambia la manera que se ve el individuo y he pensado que podría funcionar, pero no he podido o tal vez no he querido aunque he querido mucho dinero para obtener cosas en algún momento, cosas materiales y no tan materiales, pero hay momentos que pienso que el dinero no podría llenar el vacío que está en mí. Obviamente el dinero resolvería muchos problemas y podría no limitarme a hacer otras cosas para ver mejor cualquier situación, pero considero que el dinero no resolvería todos los problemas, en este caso, no eliminaría el peso de mi propia existencia.

He querido cambiar mi manera de pensar y de sentir, he sido apoyo en asuntos políticos y laborales de la carrera que estudio, mi motivación se eleva por los cielos al comenzar y muestro mi mejor cara que nadie podría imaginar lo que podría pasar luego, pero la mejor cara se vuelve una máscara para mostrar a la sociedad y mi motivación recae por debajo del subsuelo, luego se convierte en un peso más. La sociedad y la soledad es un peso que no me desquito y eso no es razonable, no sé quién soy ni quién quiero ser y he llegado a pensar que la razón a veces no tiene razón y que la mejor forma de tener paz, no sintiendo emociones ni sintiendo el peso de la existencia es dejando de existir, pero soy muy débil para eso. Admiro a las personas que, tal vez sintieron algo similar, decidieron obtener la paz, dejar de sentir el sufrimiento de la existencia, el peso de no encajar, de la soledad, del mundo superficial y corrompido, dejando este círculo social al mismo tiempo y que nadie los detuvo, ellos sí que son realmente valientes.