De mi infancia puedo decir que fue una etapa grata de recordar, tengo una familia numerosa, muchos primo/as, tías/os, etc., y aunque siempre fui un niño introvertido tengo muchas historias y anécdotas que puedo contar y relatar, y crecí con buenos principios, con la idea de que la familia lo es todo, el ser leal, el estar en las buenas y en las malas, el ser ético y tener alta la moral, ser crítico constructivo. Y la mayoría de estas enseñanzas se las debo a mis padres, tienen una condición llamada "discapacidad auditiva" y no conozco a otras personas con el corazón más noble que el de ellos, y la verdad es que es una paradoja pero su condición no los ha dejado de ser capaces para lograrlo todo en la vida, son mi mayor inspiración, son todo en la vida, me han apoyado en todo, y cuento con que lo seguirán haciendo, me han querido tanto de pequeño que me han vuelto tan sentimental, y hasta que llegó mi hermano menor (llegó a nuestra vida en el 2006) y yo con 8 años le tenía tanto celos, ver la atención que le proporcionaban era casi una tortura, pero el amor era el mismo, y me alegro que haya llegado a mi vida, es un niño con una inteligencia notable, igualmente de noble e introvertido cómo era yo, pero igual de ocurrente y versátil al momento de desenvolverse en cualquier lugar, y sólo quiero lo mejor para él, ser el mejor ejemplo, y que se familiarice entre ese ambiente de cariño mutuo y genuino.

El gran cambio en mi vida fue el fútbol, conocí unas amistades que hasta el sol de hoy creamos una hermandad total, y alguno que otro que nos seguimos escribiendo, así que mi vida empezó a girar en torno al fútbol, el bachillerato y la familia, pero más por el fútbol, no era el mejor jugador del mundo, pero era feliz, mis compañeros me aceptaron, me sentía a gusto por primera vez en mi vida en un grupo, y la confianza en mí mismo creció impresionantemente, al tiempo me volví más sociable, empezaba a hablar más con las personas, me interesaba como me vestía, como me comportaba, como dialogar, y quería incluirme en más grupos. De verdad le debo mi vida a ese deporte, por darme nociones básicas sobre como involucrarse en la sociedad, y por supuesto, por hacerme enormemente feliz durante muchos años.

Pero como no todo es color de rosas en esta vida, me tocó atravesar una de mis mayores tristezas en la vida... Cuando empecé a estudiar en el Colegio San José (ubicada en Guatire, Edo. Miranda) entré a 4to año en el horario de la tarde (12pm a 5pm) que coincidía con las prácticas de fútbol, y no había otra escuela o academia de fútbol en Guatire que practicaran más temprano o más tarde, así que tuve que dejar uno de mis grandes amores en esta vida. Pero obviamente, igual seguía jugando en la calle o como se diría por donde vivo "caimaneras" y era feliz de momentos, es difícil describir la emoción que se siente al tocar un balón con los pies si no eres futbolista o fan de este deporte. En fin, no tengo palabras para agradecer a este deporte por todo lo que me dio, el amor que le tengo es magnánimo, pero después de tanto tiempo sin tanto practicarlo, mi atención se ubicó en otras cosas, como el sobrevivir lo que sería el apocalipsis del liceo (ya les contaré sobre eso), graduarme de bachiller en ciencias y comenzar la universidad.

Yo estudiaba antes en el U.E. Santa María Goretti, no fue mi mejor época por lo tímido que era, pero tuve la dicha de conocer personas especiales, a las que les guardo un enorme cariño, y el mayor recuerdo de todos se encuentra aquí, en 3er año había un concurso de escritos, yo era inexperto en el tema pero me encantaba tanto, el relato era sobre la electricidad, algo muy simple pero le puse tanto empeño que saqué la nota máxima que era 20, y a la profesora de Castellano le gustó tanto que me llevó a mí y a dos compañeros más a una convención de literatura (la más grande en Guatire) y estaba emocionado, había encontrado o bueno, la poesía y la escritura me había encontrado, como sea el caso me encontraba extasiado de la alegría, leí muchos libros en esa convención, relatos de otros alumnos y despertó algo en mí, algo como una epifanía, me di cuenta que tenía pericia o un don para unir letras y palabras y hacer de ellas algo memorable, algo flamante, pero no fue sino hasta que tuve mi primera novia que me llegaba la inspiración para escribir aún más, escribía sobre cualquier cosa realmente, pero sobre todo el amor, que para todos ese tema puede ser cliché pero para mí el amor es el sentimiento más grande y noble del que se puede escribir y es la fuerza motora de todo el mundo, y junto con la musa que tenía en ese entonces todo era perfecto, construí hasta un documento en Microsoft Word de más de 150pag. sobre mis escritos, y alguno que otros relatos de escritores famosos o novatos que veía por ahí. Sin embargo, la vida no vuelve a ser color de rosas, mi computadora se dañó, perdí mucha parte de ese documento, terminé con mi novia de ese entonces y mi liceo sólo llegaba hasta 3er año, ahí es cuando me transfiero al U.E.P San José para terminar mi bachillerato, y a empezar a hacer amistades de nuevo, y comenzar todo de nuevo.

Bien, después de haber pasado por esas desilusiones académicas me tocó la peor que fue el presentar la prueba de admisión para estudiar Letras en la UCV (Universidad Central de Venezuela) era mi sueño, mi mayor objetivo desde que me gradué y recuerdo que quedé afuera por poco, en serio da hasta risa lo ridículamente cerca que estuve de entrar, pero boté el resultado de la prueba, ya ni me acuerdo de cuánto fue que saqué, ciertamente quedé muy deprimido, era lo que más quería hacer, y bueno, me tocó seguir adelante, mi mayor preocupación para ese momento era que no ingresaba mucho capital a la casa, así que me mantuve trabajando por ahí en distintos sitios y cómo se dice coloquialmente en Venezuela "matando tigritos" y bueno, así me he mantenido todos estos años, de aquí para allá viajando, enamorándome, trabajando, escribiendo, desenamorándome, conociendo, resumiendo todo, he estado viviendo. Y siempre con buena vibra, he sabido a ciencia cierta que estar deprimido no trae nada bueno, aunque de tantas malas rachas, malas decisiones, eventos desafortunados, errores no forzados, días mas malos que buenos, etc... al final de todo eso, siempre encuentro la forma de levantarme, olvidar todo eso, sonreír un poco, y escribir algo, porque eso sí, la poesía es lo único que siempre se ha mantenido conmigo, y me probé a mí mismo el año pasado que mi talento no era algo de niños, no es sólo un hobbie y ya, y cree una página en Instagram para publicar mis escritos (les dejaré el link letrasolvidadxs por si gustan y quieren leer algo de mi trabajo) eso sí, yo sabía que era bueno, pero aún tenía mis dudas pero para mi suerte cada persona que le he mostrado mi poesía le ha encantado, y estoy feliz de ello.

La verdad soy un escritor que le gusta exagerar las cosas, hacer de mi poesía algo exuberante, algo vistoso, pletórico, siento que estoy chapado a la antigua, quizás porque creo en el verdadero amor como pocos, y no sólo hacía alguien, sino a lo tangible e intangible, así como puedo amar el hacer el amor, le tengo un fuerte interés a la confianza y la convicción que las personas pueden tener sobre sí mismas. Cómo ahora la tengo sobre mí. No dudo lo que soy capaz actualmente y mis habilidades cuando en serio me enfoco y me centro en lo que quiero hacer.

Ahora, trasladándonos al presente…
Conocí steemit a partir de una amiga a la que ha leído mis escritos me recomendó unirme a esta comunidad. Tengo dos planes actualmente: Terminar los cursos que estoy haciendo para empezar a trabajar fijo en una empresa, ganar experiencia y quizás irme del país algún día, pero por lo pronto me quedaré aquí. Seguir publicando mis escritos por Instagram y comenzar a hacerlos por esta plataforma encontrando más personas que le guste la poesía cómo a mí.
Mi mayor sueño es plasmar mis escritos en un libro y poder publicarlo en las bibliotecas de mi país.