*##<P><center>LA VIDA ES UNA ESCUELA</center><7p>*

Después de que Mama encontró a Papá en Caracas, en la capital, empezó la historia de los tres en Caracas, papá consiguió un apartamento en un barrio de Caracas, específicamente en el Guarataro, Av. San Martín. En este momento todavía gobernaba el país Rafael Caldera y estaba a punto de darse el bum petrolero que traería al país inmensas riquezas. Sin mas no me acuerdo llego el gobierno de Carlos Andrés Pérez que dio un impulso al empresa petrolera y del hierro, fortaleciendo las riquezas del país, viviendo una economía holgada y rendía el dinero, pero a pesar de esto continuábamos siendo una familia con pocos recurso económicos. En la casa siempre había comida, y papá siempre tenía trabajo, al poco tiempo se multiplico la familia. Nacieron tres hermanos más, casi uno tras otro.

La escuela fue un lugar de compartir y vivir nuevas experiencias, salíamos de la protección del hogar y nos enfrentábamos a un mundo nuevo lleno de experiencias y vivencias. Llegaban las exigencias escolares y los compromisos. Criarse en un barrio no es fácil, hay gente buena como mala, un barrio está lleno de dolor, injusticia, desesperación, fruto de tantos fallos de los entes que conforman un país. Nosotros empezábamos a entrar en ese espiral, no sabíamos a que “mostró” nos enfrentábamos. La vida en un barrio es cruel e inhumana. Mis padres no sabían la decisión que tomaron cuando decidieron vivir en el barrio.

Mis padre no estudiaron mucho, papá no terminó la escuela y mamá no fue nunca, ella aprendió a leer y a sacar cuenta por propia iniciativa. Pero fueron full buena gente y eso es a la final lo que mostramos a Dios cuando llegamos a su presencia. Esto influyo, porque ellos sabían que era importante estudiar pero no habían vivido la experiencia del estudio, esto hizo que su exigencia no fuera tan real, no tenía fuerza, espíritu y esto influyó en nosotros. Ojo, no los críticos, fueron excelentes padres, papá ya se fue a “descansar” y mamá todavía vive, gracias a Dios. Cada persona nace con cualidades producto de la herencia. De los cuatro nacido de mis padres, yo era el que tenía menos cualidad para el estudio, ósea, que esta exigencia de la vida para mí fue más difícil que para mis hermanos. No aprobé segundo grado, tampoco aprobé cuanto año de bachillerato, y en ese momento abandone los estudios, cometiendo un gran error en mi vida, que al poco tiempo rectifique, volviendo a los estudios, tratando de aprovecharlos al máximo el tiempo perdido.

Empieza la etapa del liceo, que bonita, llena de expectativa, y nuevos retos. En esos momentos como todos los momentos de la vida, éramos producto de toda esa historia fascinante. Era como abrir los ojos a un mundo nuevo, los corte de cabello, el paso de baile de moda, las muchachas que nos atraían, el cigarrillo, la droga que veíamos en el barrio, la violencia en las calles…todo esto era todo un mundo que veíamos pasar como una película delante de nuestros ojos. Sin saber muchas veces el grado de mal que podía contener cada circunstancia que se nos presentaba. La misma vida no iba enseñando, como sigue hasta ahora las mejores lecciones, “en la universidad de la vida”. Las riquezas de nuestros país, debido a la corrupción se iban mermando, y sufrimos, por ahí en el años 1984, un “viernes negro”, esto fue un golpe duro para nuestra economía, que por primera vez se “tabaleaba”.

El liceo estuvo lleno de buenas experiencias, llegaba la juventud y con ella el ímpetu de la misma. Diversión, alegría, energía, creyendo que esa etapa no se acabaría jamás. Sin saber, como he dicho, que somos fruto de nuestro pasado y de nuestras decisiones. Puedo decir que mi juventud estuvo llena diversión y alegrías con poco compromiso por el futuro, que tarde o temprano llegaría con los frutos de nuestra cosecha. Una juventud frívola da pocos frutos para el futuro. Con unos conocimientos pocos cimentados era un milagro verme optando por una carrera universitaria, que después, en mi poco conocimiento reclamaría, o buscaría, hallándome sin “los frutos” necesarios para optar por una carrera universitaria. Tarde o temprano la realidad te despierta, la verdad te hace ver la luz.

En la etapa adulta de mi vida he podido lograr dos licenciatura una de filosofía y otra de teología, gracias a la gran atracción que logro la fe en mi vida, debido a las circunstancias que vivimos como `país, con dos títulos no consigo trabajo y esto me impulso a entrar un poco en el campo del mundo de internet. Y aquí estamos, espero ser de gran ayuda en este “mundo” y poder ayudarnos unos a otros…

Ha estas altura de mi existencia, pienso lo importante en los primeros años de vida de una persona. La importancia de los valores en la familia, del sitio donde uno crece, las personas con quien se relacionan, los amigos que escogemos, las ideas con las que llenamos nuestra mente y nuestro corazón, las decisiones que tomamos. Se podría decir que todas ellas forman una cadena interminable que establecen nuestra personalidad y coloca los cimientos para el futuro, bueno muchas gracias por leer un poco mi historia, Dios los bendiga y ya publicaremos otros artículos, chao…