Proyecto de Pasantías

Universidad de Los Andes

Mérida- Venezuela

Fuente: https://www.google.co.ve/search?q=ula+merida&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwj2kIySj8z

Al ser las pasantías un periodo de tiempo en el cual los estudiantes demuestran sus habilidades en relación a la carrera que cursaron en pre-grado, estas resultan de gran compromiso y responsabilidad, pues, de sus resultados estará condicionado el paso de su vida como estudiante a su vida como profesional del área.

Este proceso, además, genera la interacción directa entre el aspirante al título universitario y el que será su ambiente laboral, por lo que para una estudiante de Educación Preescolar, la experiencia de realizar pasantías como modalidad de egreso, resultará altamente beneficiosa y productiva para su crecimiento profesional y personal.

El presente ensayo, busca entonces reflexionar sobre la experiencia de pasantías realizada en los espacios de un salón de Nivel Inicial, con treinta y seis protagonistas y acompañantes de tan maravillosa labor. Para ello, se pretende abordar temas como las condiciones de trabajo, la orientación, dirección y colaboración brindada, y analizar tanto la experiencia como la propuesta llevada por la pasante a estos espacios que le acogieron durante un periodo de tiempo muy valioso.

Para iniciar, las pasantías comenzaron con una idea, un tanto abstracta que dio paso posteriormente al tema que dirigió cada una de las actividades, pues inicialmente se buscaba cómo desde las aulas de preescolar, dar apoyo a los niños y niñas que en la actualidad viven en un contexto país poco apto para la infancia, lleno de preocupaciones, noticias desalentadoras y lo más triste, muchas despedidas.

Pues bien, los niños, a mi concepción no escapan de esa realidad que hoy nos sumerge a todos como venezolanos, y en esa búsqueda por querer brindarles experiencias diferentes y que les hicieran olvidar las circunstancias, se planteó a quien desempeñaría el rol de Tutora Académica, una lista de ideas que se canalizaron muy rápidamente en un valioso y desconocido tema para mí, la resiliencia.

Por lo que es preciso entonces preguntarse, ¿Qué es la resiliencia?, muchos autores la definen utilizando ciencias como biología, química, metalurgia y hasta ingeniería, con definiciones como: “Capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a presión deformadora” (Werner, 1992. Citado por Grotberg y otros, 1995, p. 7). Pero esto no se parecía a las intenciones que me motivaban a trabajar ¿Cómo se relacionaba algo como eso, con los niños? ¿Podía considerarse los seres humanos como “algunos materiales”? ¿Son capaces los seres humanos de “recobrar su forma original”?. Pues bien, aunque ese no sea el concepto que propiamente fundamentó los pasos de este proyecto de pasantías, si marcó el inicio.

Posteriormente, realizando investigaciones menos ambiguas y en realidad más especificas, conseguí la respuesta a todas esas preguntas que inicialmente me formulé, consiguiendo que la resiliencia es “la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformado por ellas” (Grotberg y otros, 1995. P.8). Así pues, no podría considerarse al ser humano como un material que cambió de forma, pero si como un ser que se encuentra inmerso en innumerables circunstancias y situaciones que lo irán moldeando a lo largo de su vida. Fue esta entonces la base teórica que justifico cada una de las acciones de este proyecto de pasantías, el cual no sólo modificó la experiencia para mis treinta y seis protagonistas, pues podría afirmar con toda seguridad, que mi mirada hacia la vida también cambió, mejoró.

Llegar a esa afirmación, definitivamente no fue fácil, fue un proceso de transformación, adaptación y asimilación de nuevas circunstancias que se convertían poco a poco en mi día a día. Fue un compartir de vivencias que pasaron por emociones desde el llanto, hasta la alegría y el entusiasmo más enriquecedor. Esto último, gracias al invaluable apoyo de todos los empleados del Colegio, con quienes se estableció una relación de amistad muy reciproca que facilitó el logro de la mayoría de los objetivos.

En definitiva, la experiencia de pasantías, es una relación de ganar – ganar, en la que además de contrastar la realidad teórica y conceptual que durante la carrera es aprendida con la realidad de las aulas, permite indudablemente demostrar que quien decide estudiar y ejercer la licenciatura de Educación Preescolar, debe saber que se enfrenta a un espacio cambiante y dinámico, en el que representa un timón de vidas llenas de ingenuidad, felicidad, y lo más importante curiosidad. En sus manos literalmente está el futuro, por lo que no debe tomarse a la ligera la preparación de quien será el timón del futuro.

Finalmente, promover la resiliencia en espacios donde son los niños el centro de atención, deja un aprendizaje invaluable, pues no es un tema en el que se puedan medir objetivos alcanzados, o se logre obtener resultados visibles, pues en realidad sólo se puede brindar ambientes llenos de posibilidades para que el niño escriba su propio destino. Tal vez, y puedo atreverme a afirmarlo, los resultados de un proyecto de pasantías de este tipo sólo podrán verse en años, cuando veamos a estos niños nuevamente y analicemos su forma de ver la vida, pero allí entra el factor imprescindible, la resiliencia no se enseña, se favorece. La resiliencia no se aprende, se vive.

Gracias por leerme!!!

Si quieres saber más de La Resiliencia desde el nivel de Preescolar... no dejes de seguirme pues estaré publicando bases teóricas y estrategias para desarrollar este tema!!