Miradas perdidas

Mira con los ojos del destino. Viaja a través de las miradas de la gente. Ahí encontrarás la verdad. No somos desconocidos. Solo estábamos esperando el momento de reencontrarnos. Hogar, dulce hogar. Mi tierra es lo que se abre camino bajo mis pies. Sin dudar jamás de lo que soy. Allí donde se desprende el velo de mis creencias, es donde la ilusión se desvanece. Vive con la tranquilidad de saber que lo que tenga que pasar, ya ha pasado en realidad. Pierde el miedo. Pues hasta el miedo es una ilusión de la mente. Como este mundo. Todo son cosas de la mente. El universo habla. Escúchalo. Te dicta el camino que tu corazón tiene que seguir.

Las palabras tienen el poder de crear la realidad. Mide bien las palabras que usas para comunicarte con la vida, pues te hablas a ti mismo. Le hablas al universo y él te escucha. El universo no entiende un "NO". El universo atiende tus deseos sin juicios. Como una máquina de sueños. Te da lo que quieres, aunque sea lo que no quieras. Si dices "NO me gustan los coches amarillos", el te pondrá todos los coches amarillos habidos y por haber, para que te deleites. Porque tu inconsciente no entiende un "NO". Acéptalo, o niégalo. De cualquiera de las dos formas le estás dando importancia. Tu le das importancia a las cosas y las cosas aparecen para ti. Si dejas de dar importancia al mundo que has creado, éste desaparece. Todo se disuelve en lo que es. Sonido. Ondas. Impulsos.

Cuando nombramos algo, lo hacemos real para la mente. Pero no somos la mente. La mente usa las etiquetas, pero cuando intentamos etiquetarnos a nosotros mismos, nos vemos incapaces de aceptar ninguna. Somos espíritu. Único e indivisible. Mirándose a si mismo a través de las miradas. Sintiéndose a si mismo a través de los sentidos. ¿Acaso estamos ciegos? ¿Acaso estamos sordos? Si vemos lo que queremos ver, entonces perdí la fe en la humanidad. Pero se que estoy equivocado. Detrás de cada pensamiento de separación, de odio, de violencia y de maldad, existe un alma tan pura como la fuente de luz y energía a la que está conectada.

Crea tu mundo, pero suéñalo primero. No te des por vencido. Escucha tus miedos. Ellos te enseñarán. Escucha a tu guía interior. Si algo no te sale bien, no culpes al mundo. Solo inténtalo de otra manera. Siempre hay otra manera. Si algo no consigues, tendrás que cambiar tu pensamiento. Tendrás que averiguar si es bueno para tu alma o solo lo quieres para satisfacer los deseos de la mente caprichosa. Si no te lo crees, tan solo tienes que probarlo. Pide un deseo.