Un alto en el camino para reflexionar
El tiempo que he tardado en escribir este artículo, podría haberlo dedicado a escribir un artículo para cualquier campaña de recompensas, pero he preferido hacer un alto en el camino, dar mi opinión sobre lo que está pasando al respecto de esas campañas e intentar poner algo de cordura más allá de la pura especulación alejada de cualquier ética y sinrazón.
Una persona o grupo de personas, deciden crear una campaña ICO, campaña de difusión para dar a conocer su idea, producto o proyecto, en esas, tienen dos opciones, crear los respectivos hilos en el foro dando de alta uno de los integrantes del equipo, con lo cual sería un usuario nuevo y sin prestigio en el foro, o contratar un administrador de recompensas que lo haga todo, incluso dar la cara cuando lleguen los malos ratos, que por otro lado, cuando alguien está subcontratando un servicio al que delega sin querer saber nada sobre los pagos, ya se está escondiendo, se crea una campaña de recompensas, se marca un hard cap de la hostia, donde no van a llegar de ninguna de las maneras.
Con lo recaudado, poco o mucho, como toda recaudación u obtención dineraria, empiezan a darle vueltas al tema, a ver como lo hacen, sobre todo, como lo hacen para no pagar, porque el dinero cambia a las personas, y aquellas que antes solicitaban ayuda para recaudar dinero en favor de su proyecto, ahora se han convertido en cuentabilletes, ya no quieren repartir, como en cualquier atraco, mientras menos queden, a más tocan.
Empiezan a dar largas sin dar explicaciones y entender que esto de internet es algo abierto, y que blockchain no debería ser sinónimo de ocultación, si no de libertar y propagación, de ideas y de cumplimiento.
Contratos inteligentes, de qué sirven, si cualquier mal ilusionado cobrando tokens que nunca valdrán nada, está dando la cara en un chat de telegram que pronto desaparecerá. Los contratos no se cumplen porque las personas no quieren, no falla la tecnología, siempre son las personas, su avaricia.
¿Las ICO pueden funcionar? No, las ICO no pueden funcionar porque detrás hay personas que llegan a la conclusión de que el dinero recogido es de su propiedad, hasta que esto no se corriga, y entiendan que son gestores, las ICO no funcionarán.
Aquellos que se han enriquecido de forma ilegal o ajenos a la más mínima ética, creen que el ciberespacio les protege, que equivocados están.
A los cazarrecompensas, no trabajen en campañas donde no tengan datos fehacientes de los integrantes del equipo, no basta con cuatro fotos sacadas de internet, eso lo puede hacer cualquiera, no se pongan en manos de desconocidos.
A las ICO, entiendan que su hacer diario es lo que hace que los inversores inviertan o no, en su proyecto, que no seguir la hoja de ruta es sinónimo de incumplir con su palabra, y que perjudicar a los cazarrecompensas no les conviene en absoluto, mucho de ellos son también inversores.
Termino pidiendo que haya más control sobre las ICO que se publican, por el bien del inversor, del cazarrecompensas y del foro, control que es muy simple, solicitar documentos de identidad de aquellas personas que inician las ICO, teléfonos y cualquier otra documentación que les obligue a cumplir con las promesas que escriben.
Entiendo que las ICO le tengan miedo al momento del reparto de recompensas, porque una parte de esa recompensa irá a parar a los intercambios, y dejará de apoyar de una u otra forma al proyecto, pero no se puede pretender que te ayuden a impulsar tu proyecto, para después impedir que cada uno haga lo que crea conveniente con sus ganancias, forma parte del concepto "descentralizado", ahora la idea general se acerca más a lo de "si no eres mía, no eres de nadie".
No escribo esto pensando en ninguna ICO en particular, he participado en unas 160 ICO de una u otra forma durante el 2018, y la verdad, el 95% de ellas, dejan mucho que desear, aunque me han pagado.
Gracias a quien lo lea, y a quien deje un comentario, prometo enviarle algún token, son de esos que no valen para nada, pero bueno, que hace gracia tenerlos en la cuenta.
Un saludo amigos.