José pasara todo el resto de aquella tarde pensando en la anciana y en el dinero sobrante, y rumiando porfiadamente la terrible disyuntiva moral:
“¿Se lo cuento a mi socio y repartimos a partes iguales, o me quedo callado?”
Qué cosas pasaban en el país hace años, no digo que ahora no pase, pero ahorita con la falta de efectivo está rudo que alguien dé de más, incluso por transferencia.
Me gustó la historia, final inesperado para mi.
¡Gracias por leer y comentar! Sí, la historia tiene lugar en el pasado, posiblemente los ochenta o noventa. ¡Que bueno que te gustó!