Malditos hospitales...
Podría acostumbrarme al subir y bajar del ascensor, a ver Córdoba desde un séptimo piso durante horas, y más horas. Podría, quizá, hacer melodías con el pitido de esa máquina que nos dice todo, pero a la vez nada. Podría descifrar el porqué de tantas pastillas, podría estudiar medicina con tal de ayudarte.
Podría hacerme al característico olor del hospital, podría ver normal el ir y venir de enfermeras. Podría empezar a rezar a quien nunca le he rezado. Podría estar cómoda en esos sillones que nunca he encontrado confortables.
Podría, podría tantas cosas. Pero nunca, nunca jamás, podría estar sin tí. Sin tu risa contagiosa, tu mirada tranquila, tus manos fuertes. Podría, y ojalá que podría. Pero no quiero poder si no es así, contigo.bold