Yo pasé mi etapa de niña deseando crecer rápido.
Yo pensaba como el comercial donde cantaban , "Crece pronto muchacho, crece pronto muchacha, hay un mundo que espera por tiii".

De niña viví cerca de la casa de mi abuela. Me gustaba ir para allá todas las tardes, por qué mi tía vivía al lado, y allí yo jugaba con mis primos. Los juegos era de correr, jugábamos, " el loco", " el loco escondido ", de hacer figuras en la tierra y jugar "pise", saltar la cuerda, " la gallinita ciega", este juego no me gustaba mucho, no me gustaba que me taparan los ojos a mí.

Pero cuando los otros se tapaban los ojos sí, lo llevabamos y hacíamos que saltara huecos que no existían, subir escalones que tampoco habían.

También jugábamos con barro, y hacíamos arepas de barro, y después la lanzabamos a la pared. Mi tío estaba durmiendo, y la lanzabamos a la pared de su cuarto, para la casa del vecino también y venían a reclamar y nosotros nos lavabamos las manos. Para que creyeran que nosotros no hicimos nada.

No había más niños, estaba sucia toda la pared, y nosotros sentaditos , creyendo que con decirles que nosotros no fuímos iban a creer.

Cuando mis dos tías limpiaban , iba el más pequeño de mis primos y le echaba barro en el piso, y también le arrancaba las hojas a las matas de mi abuela, ah y las flores también. Que arrancara todo eso rápido, sin que lo vieran .

Eso era por las tardes, yo no recuerdo si era todo los días, o en vacaciones.

Una prima se montaba en los árboles y los demás avisabamos si venía gente. En realidad, todos mis primos se subían a los árboles, lo tenían prohibido, pero igual lo hacían.
Siempre se caían y igual se volvían a montar, eran unos monos ellos.

Jugábamos a hacer casas o ranchos, con sábanas, a mi tía no le gustaba por qué mis primos le quitaban platos, ollas, leche con azúcar, lo que fuera para jugar, y no hacían caso, cuando yo estaba pequeña ella tenía seis hijos pequeños.

Y el más chiquito que tenía dos años, se la pasaba llorando por qué con la gritería de nosotros se despertaba, a cada rato. Era un niño muy fastidioso, puro llorar, jejeje.
Cuando estuvo más grande, nos lanzaba piedras, era un salvaje.

Veíamos comiquitas en la casa de mi abuela. Esto fue hasta que estudié primaria. Ya después de eso No.

Mi abuela paso su tiempo con nosotros con mucha diversión, jejeje, analizando la cosa ahorita que escribo, nosotros eramos algo así, como " una plaga".

Ah , una hermana de ellos no jugaba con nosotros, su misión era chismear, nosotros le huiamos, por qué nos veía y enseguida decía , " se lo voy a decir a mi mamá o a mi abuela", ella, pienso yo que desperdicio su niñez, teniendo tantos hermanos y su juventud también, no salía de la casa puro dormir.

Dormír de día y ver TV, es tiempo perdido.
Ya después de grande si fuimos a la playa todos los viernes, hasta que yo conseguí otras compañías.

El tiempo hay que aprovecharlo, por qué ya lo dice la canción, " cada día que pasa no vuelve más".

A el tío que más broma le echamos, fue él que más nos ayudó, era el más pendiente con sus sobrinos, recuerdo que nos daba dinero cuando venía el heladero, él y también el esposo de una tía.
Ya todos fallecieron, me queda aún uno, el esposo de una tía, o mejor dicho el viudo, él tiene 82 años.

Yo viví en Caracas , en apartamento, casi hasta los cinco años. Cuando me soltaron en ese tierrero, no quería parar de correr.

Invito a participar a @sariana23, @carmari y a @esthersanchez.

Las imágenes son de mi archivo personal.