Trabajar es necesario, pero... ¿Cuándo apartamos tiempo para nosotros mismos?
Nos levantamos muy temprano, nos bañamos y nos vestimos volando, y luego, en un plis plas, desayunamos con un café y unas tostadas al vuelo... Entonces salimos disparados para el trabajo; en medio de tráfico, transeuntes, lluvia y mucho estrés. Nos pasamos la vida en un solo estrés; deseando que llegue el fin de semana para supuestamente descansar un poco; y ansiando a cada minuto que las vacaciones anuales lleguen pronto. ¿Te suena familiar?
Y aún con ello, nos preguntamos porqué padecemos indigestiones, dolores de cabeza y otros malestares de diversos tipos, además de infelicidad.
El estrés de todos los días
Y peor todavía si tienes pareja e hijos, debido a que esto significa que entonces tienes mayores obligaciones y estrés en todo esto. En medio del cansancio y agotamiento que sentimos, parece que siempre tenemos sueño y que nunca (ni siquiera en los fines de semana), logramos dormir por completo y a gusto.
Sabemos que es una situación de lo más insostenible; pero nos hacemos a la creencia de que la mayoría de las personas soportan este yugo y parece irles bien. Y entonces el cansancio llega a un punto en que uno puede preguntarse, hasta cuándo puede aguantar esta situación. Y en ese momento, es cuando nos damos por enterados; cuando ya trasciende lo físico, lo espiritual, lo anímico, cuando ya sentimos que no damos para más.
Lo que está claro en todo este desolador panorama, es que si no hallamos una manera de dispersar nuestra mente y olvidarnos de las preocupaciones al menos un rato cada día, entonces nos perderíamos por completo y quizás nos volveríamos locos, o dicho sea de paso, sentimos que nos convertiríamos en seres a quienes no les importa nada de nada.
El estrés mata y la relajación alarga la vida
Es así como nos damos cuenta de una realidad cada vez más patente; y es que el estrés incontrolable mata; pero la relajación alarga la vida. Lógico el asunto, ¿no? Pues tan lógico como suena, el factor descanso, dispersión y reducción del estrés es algo que escapa al control y comprensión de la mayoría de quienes laboran en el mundo.
Lo que nos lleva a plantearnos la incógnita siguiente: ¿Podemos controlar el estrés en un mundo cada vez más estresante y además, cuando a veces, la peor parte del estrés es mental?... Es algo de lo más fascinante preguntárselo, ¿no?
Todo se traduce en preguntarnos en algún punto algo muy básico: ¿Cuándo apartamos tiempo para nosotros mismos? La pregunta puede parecer sencilla, pero entraña una gran complejidad llegados a este punto. Y no se refiere a dejar de trabajar; ya que eso no es posible, y sería también insostenible. Esto es porque todos sabemos que siempre debemos trabajar y en eso no hay discusión.
Administrando nuestras emociones, esparciendo nuestras mentes y opacando el estrés
Si alguien me formulase la pregunta, ¿qué se puede hacer ante todo este sombrío escenario, me lo pensaría un poco y encontraría la manera de explicarle (de forma simple) que solo manejando o administrando nuestras emociones, encontrando buenas y sanas distracciones y opacando el estrés en general, es que podemos vivir mejor.
Hay que lograr que en nuestras sienes entre la simple realidad, de que trabajar es necesario, pero apartar tiempo para nosotros mismos también. Trabajar es para mantener la salud de nuestras finanzas, pero apartar tiempo para nosotros mismos, lo requerimos para mantener nuestra salud mental.
¿Y cómo frijoles logramos todo esto? Yo creo que no hay una única respuesta, sino que en vez de eso, existe una personal respuesta para esta pregunta que cada individuo debe descubrir por sí mismo. Aún así, a modo general, podría decirse que la administración de nuestras emociones puede lograrse cuando aprendemos a ver la vida en perspectiva, con un filtro filosófico que nos hace reflexionar sobre las dimensiones de nuestro ser y de la realidad que ocupamos.
En este misma tónica, debemos esparcir nuestras mentes, encontrando hobbies, descubriendo nuestras pasiones, compartiendo con amigos. Todo esto contribuirá a la tarea de que opaquemos el estrés (o ambiente estresante) que nos envuelve.
Entender que el estrés es nocivo, pero que no viene dado por lo que nos pasa, sino por cómo asumimos lo que nos pasa, es la mayor epifanía que podemos tener en todo esto. Y en cuanto a opacar, disminuir, e incluso, destruir el estrés por completo, quizás diría que podríamos hacerlo aprendiendo y practicando meditación. Yo desde luego, así es como lo he logrado en mi vida.
Agradecido con ustedes por haberme leído. Hasta otra lectura, mis amigos!
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Working is good for both our body and mind and it also allows us to earn money to support ourselves and our family. But we should make time for ourselves. A little freshness is needed to keep yourself well. You have presented an excellent post.