Buenas noches, estimados compañeros de Steem Venezuela. Me complace presentar mi participación en el concurso de Historias Felices. Considero que este concurso es una excelente idea, especialmente porque he estado inmerso en mi trabajo durante varios meses. Rememorar los momentos de alegría y felicidad que he compartido con mi familia y amigos me ha permitido relajarme y valorarlos una vez más. Espero que disfruten de mi artículo, el cual he redactado con gran amor y cariño.

Hoy les hablaré específicamente de dos momentos que deseo mencionar para no extender demasiado mi participación en este concurso. Si comienzo a elegir momentos, habría muchas cosas que, aunque en su momento no las consideré como recuerdos preciosos, ahora las valoro como tesoros invaluables. A medida que uno crece, se da cuenta de que hay cosas que no volverán, y agradezco a Dios por haber tenido la oportunidad de vivirlas.

Buenas noches, mis queridos compañeros de Steem Venezuela. Hoy les hablaré específicamente de dos momentos que quisiera mencionar para no alargar mucho mi participación. Si me pongo a elegir momentos, hay muchas cosas que, aunque en ese momento no las vi como lindos recuerdos, ahora son un gran tesoro. Al crecer, uno se da cuenta de que hay cosas que no volverán, y gracias a Dios pude vivirlas.

Este es uno de los recuerdos más lindos y "recientes" que tengo. Para darles un poco de contexto, en mi familia tengo unos tíos por parte de mi abuelo que en realidad no son tíos de sangre ni nada de eso, sino que literalmente se criaron con mi abuelo desde pequeño, por lo que son como hermanos prácticamente.

Mis queridos tíos tienen una granja muy bella y hermosa donde a veces nos reuníamos todos en familia para compartir. La historia comienza cuando tuvimos una primera reunión en esa granja después de casi 6 años desde la posterior a esa. El tema de la pandemia hizo prácticamente imposible hacerlo antes, ya que mis tías están mayores y, claro, no queríamos correr riesgos.

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Este momento resalta mucho para mí porque, como mencioné, teníamos 6 años sin vernos, sin reunirnos. Solo mi abuela se comunicaba con mis tías y era mucho. Entonces, toda la familia estaba emocionada y, con mayor razón, mis tías tenían 2 nuevos sobrinos que ni conocían, a pesar de no vivir en países diferentes.

Todo sucedió como se tenía que dar, y déjenme decirles que fue bello. Yo tuve la idea de grabar toda esa reunión, ya que sentí que no se necesitaba tener ese recuerdo guardado. Al final de la historia, pondré el video que subí a YouTube de eso. Fue todo un espectáculo, porque lo que más abundaba era la comida ahí. Por el tiempo transcurrido desde la última reunión, la familia quiso hacerlo a lo grande. No éramos muchos, unas 20 personas o 22, no recuerdo exactamente.

Entre los momentos más destacados estaban mis primos más pequeños, que visitaban esa granja por primera vez. Como mis tíos tenían pavos reales, ovejas, morrocoy y hasta patos, para ellos era como ir a un zoológico, y puedo decirlo porque se les veía en la cara cómo se iluminaban de alegría.

Otro momento muy bueno fue cuando mi tío Nacho estaba con mi tío Cao preparando la carne. Mi tío, entre muchos de sus gustos, construyó un horno de leña redondo, como un tonel. Ahí estaba cocinando las carnes y vegetales, y era todo un entretenimiento. Además, él se encargaba de poner la música, prácticamente era el alma de la fiesta. Mientras cocinaba, nos contaba historias sobre la comida y el plato que estaba preparando (vale recalcar que él es italiano también).

Lo que puedo decir es que, no sé si era porque ya era consciente en ese momento, pero subí unas escaleras hasta una cabaña donde todos estaban reunidos y mis tíos al fondo. Eso me causó una gran felicidad al ver a todos reunidos y felices, y no puedo describirlo actualmente sin que se me dibuje una sonrisa. No sé si, a medida que uno crece, aprecia más esos pequeños momentos de alegría, pero gracias a este concurso, quisiera que pudiéramos volver a reunirnos así."

Espero que esta versión corregida cumpla con tus expectativas. Si tienes alguna otra solicitud o necesitas ayuda adicional, no dudes en decírmelo.

Esta historia narra un encuentro aparentemente sencillo para ir al cine, pero lo que lo hace emocionante y destacado es el contexto en el que se desarrolla. Todos sabemos que cuando somos jóvenes (entre los 13 y 16 años) es común reunirse con amigos, hacer bromas y conversar hasta altas horas de la noche. Sin embargo, al terminar la secundaria y comenzar la universidad, las cosas se complican y el tiempo se vuelve escaso. Y eso fue precisamente lo que nos sucedió.

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_{Centro comercial Sambil ,Barquisimeto Edo ,Lara , Venezuela}

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En ese momento, cada uno de nosotros estaba estudiando en diferentes universidades. Yo estaba en mi segundo semestre de la licenciatura en física, María cursaba su tercer semestre de ingeniería química y Janeila acababa de iniciar su primer semestre de administración. Imaginen cuánto tiempo libre teníamos para reunirnos si estábamos inmersos en diferentes instituciones educativas.

Pero por casualidad, logramos coordinar un encuentro el 11 de enero para ir al cine. ¿Por qué esa fecha en particular? Bueno, en mi ciudad es costumbre que hasta después del 14 de enero casi todo esté inactivo, por lo que prácticamente hasta el día 15 las clases no comienzan. Pero eso no importaba, lo importante era que pudimos reunirnos. Pasamos el tiempo bromeando, tomándonos fotos (ellas más que yo, ya que me robaron el teléfono para hacer una sesión fotográfica) y, por supuesto, esperando ansiosos la película.

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_{Centro comercial Sambil ,Barquisimeto Edo ,Lara , Venezuela}

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Este es un momento que aprecio enormemente, especialmente porque han pasado casi un año desde la última vez que nos reunimos debido a compromisos laborales, estudios y problemas de salud. Sin embargo, sé que pronto podremos reunirnos de nuevo, incluso si es solo para tomar un helado juntas

Espero que esta historia haya despertado en ti emociones y recuerdos agradables. A través de estas palabras, he intentado transmitir la importancia de los momentos compartidos con seres queridos y cómo, a veces, las circunstancias pueden dificultar esas reuniones. Pero estoy segura de que pronto llegará el momento en el que podamos volver a encontrarnos y disfrutar de momentos inolvidables juntos.

Hasta entonces, les deseo lo mejor en su camino. Que la vida les brinde alegría, éxito y la oportunidad de crear más historias felices. No olviden valorar cada instante y apreciar la belleza de los pequeños momentos que nos regala la vida. ¡Hasta la próxima!