Lágrimas de felicidad

in Steem Venezuela18 days ago
Recuerdo que éramos muy felices en esos tiempos, éramos tan jóvenes y alegres. Todo era una fiesta, una sonrisa y la fuerza de nuestro paso retumbaba en las viejas calles del centro del viejo pueblo que nos dejaba hacer casi todo lo que quisiéramos.


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Pixabay

Nuestros sitio de encuentro era un bar que se llamaba " linternas del cielo", ubicado en una casa colonial muy bien conservada, al que asistían fundamentalmente músicos, poetas e intelectuales de la ciudad. Nosotros éramos estudiantes de bachillerato, la mayoría ya a punto de pasar a la universidad; cada quien tomaría su camino, tratando de dibujar el mejor destino para su vida.

Había una barra muy grande de madera; un barman, flaco y feo, con huellas muy profundas de un acné juvenil ,que prácticamente lo desfiguró para siempre, pero de un simpatía casi angelical. Las cuatro mesas que había eran atendidas por un mesonero muy atlético y joven, que se llamaba Wilfredo. En el fondo del bar había un pequeño escenario, con grandes linternas en el techo. De allí el nombre: "Linternas del cielo".

Y así decíamos cuando sonaba el timbre de salida del liceo: "Nos vemos en linternas del cielo", entonces ya las cervezas frías se dibujaban en nuestros ojos, y la tarde se hacía noche allí, bebiendo, fumando, cantando y soñando.

Recuerdo aquel agosto en que fue la última vez que estuvimos todos, habíamos terminado los exámenes finales, todos sabían que yo me iba para la capital a estudiar filosofía, entonces era fiesta de despedida; ya para ese momento yo había sido novia de casi todos los muchachos del grupo, a esa edad, y en esa época de "linternas del cielo", cada muchacho con el que me había besado había sido mi novio, porque me gustaba mucho besar, pero no me comprometía sentimentalmente por mucho tiempo con nadie. Casualmente, para esa fiesta estaba sola, y eso no me hacía sentir mal.

Algunos de mis amigos se quedaron en la universidad del pueblo, pero la mayoría nos fuimos a la capital o al extranjero, y poco a poco perdimos el contacto.

Luego de que me gradué seguía viniendo al pueblo y venía al bar, me tomaba algunas cervezas, refrescaba mis bellos recuerdos y luego salía de allí con nostalgia placentera, pero luego de la muerte de mis padres vendimos la casa y no regresé más, y así poco a poco se fueron olvidando los nombres y los rostros de aquellos muchachos. Pero este diciembre tuve que pasar por allí, por el pueblo, de paso para otra ciudad, mis cansadas rodillas no aguantaban más, y le dije a mi nieto que buscara un hotel para descansar esa noche y continuar al día siguiente.

Luego de un baño con agua tibia y un té, me sentí recuperada, y le dije a Luis, mi nieto, que me sacara a pasear un rato, y así lo hizo, yo solo rogaba que el "linternas del cielo" estuviera aún funcionando, después de tanto tiempo; y la magia se dio, allí estaba, viejo como yo, pero aún de pie, la barra, las mismas sillas, mesas y el escenario de mi fiesta de graduación recibiéndome ahora con ochenta años.


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Serían como las 8 de la noche, los pocos muchachos que estaban voltearon sorprendidos de ver a una anciana tomado cerveza, el mesonero, un viejo como yo, lento y amable, también me veía sorprendido. Había un kareoke, una muchacha cantó una vieja canción, en una versión moderna; mi nieto trató de detenerme cuando pedí otra cerveza y me paré a pedir una canción para cantarla, a él le da pena que yo hiciera esas cosas, además mi enfermo y débil corazón lo asustaba mucho, pero no logró controlarme y canté la misma canción de mi graduación; en un instante creí ver a todos mis amigos de entonces, los besé con esa pasión que no se vuelve a tener nunca más, bailé, reí y soñé.

Camino al hotel mi nieto y yo no pronunciamos palabra, antes de apagar la luz se sentó, como siempre en la orilla de mi cama y me preguntó:

-¿Estarás bien para la conferencia de mañana?

-Sí -le respondí, secándome las lágrimas.

-¿Por qué lloras? -me preguntó -mientras me daba mis pastillas.

-De felicidad -le respondí.

Fin

Nota: Luego de haber escrito este texto, fue cuando vi que el "lunes de escritura" cambió para el día domingo, y que mi buen amigo @cruzamilcar63 sería el encargado de esta dinámica. Pero no quise borrar mi cuento ni publicarlo en otro lugar. Así que me disculpo por mi error.

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 16 days ago 

Saludos amiga que bueno que no lo borraste y nos compartiste está bella historia,lograste capturar mi atención desde la primera palabras,es increíble como los años pasan y lo único que nos que nos quedan son los recuerdos, ellos se mantienen intactos en nuestra vida, y nos damos cuenta que cuando somos jóvenes vivimos con tanta intensidad que a veces se nos olvida, que el tiempo que dejamos pasar ya no vuelve más. Fue un grato placer leerte, éxitos amiga.

Gracias por tu cálido comentario, amigo mío. En efecto, los gratos momentos de nuestras vidas nunca serán olvidados. Un abrazo.

Upvoted! Thank you for supporting witness @jswit.

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Una historia que me conecta con el paso del tiempo, con las añoranzas y recuerdos de haber vivido.
Creo que cada uno de nosotros tienes un lugar como el bar que describes, donde nos fuimos haciendo adultos.

Hermoso, amiga.

Ciertamente, los lugares se convierten en retornos al pasado. Gracias por tan cálido comentario. Un abrazo.

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Hola, eso de besarse, me recordó a Mimi Lazo, que le dice a las mujeres que se besen con todos los que quieran. Jejeje.
Que sean felices y no se dejen tratar mal por nadie ni por nada.

Saludos y feliz noche.

Jajaja. Comparto ese planteamiento, jeje.

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