The Diary Game Season 1 . Decisión diaria 05/03/2021

En el diario amanecer de esta Venezuela del 2021, todos los días nos enfrentamos a nuestros inmensos deseos de cambio en nuestra realidad, ¿Cuál es esta realidad? Por lo pronto, poder ver una sonrisa en mi esposa e hijos que elevan el alma, dar con alegría la bendición que sin pensarlo muchas veces salen de la boca y el corazón para los hijos, compartir con ellos el primer café de la mañana y luego reunirnos para el desayuno que muchas veces es escaso, otros días no tanto, para luego emprender la tarea de ir al trabajo (si lo tengo) o comenzar a transitar por bodegones, mercados, buhoneros, etc.; y comenzar a ver que se puede llevar para el almuerzo y la cena, sin olvidar uno que otro recadito para atender algún requerimiento exigido en el hogar, sin antes por supuesto de revisar la cuenta de (ahorro o corriente) -no sabemos para que sirven en tiempos de inflación, si no tienen nada de especial- y para poder hacer algunos cálculos al azar y responderme a mi mismo, “Si, creo que alcanza”.

Luego de este profundo detallado análisis salgo de la casa “como alma que lleva el diablo”; por fin logro salir en busca de mi transporte para que no siga aumentado la lista de necesidades de ese día, al llegar a la parada para tomar el bus viene a mi memoria que no averigüé el valor del dólar, de repente esto hace que sienta un “friiito” por mi cuerpo, que me avisa que lo pautado para comprar no alcanzará para adquirir todo el pedido familiar. Abruptamente entra en mí una lucha interior, con solo imaginar el valor del dólar, si subió 10% no podré llevar cebollas o quizás corro con suerte y consigo más barato el tomate y así podré compensar el aumento de la moneda americana, igualmente hago el cálculo con los huevos y la harina y si esta última ha subido de precio, ya no serán cuatro (4) unidades que compraré sino dos (2) harinas, y así mismo hago con los huevos, voy en búsca de medio cartón y a lo mejor solo pueda comprar seis (6) unidades, estando en esta disquisición se me prenden todas las bioalarmas y se me altera el pulso, me comienza una sudoración copiosa, el humor se altera, la respiración se acelera y la tensión a millón.

<p< En ese instante llega el bus que he esperado ansiosamente y me doy cuenta que tiene una capacidad entre 25 a 30 personas y venia full, solamente se oía el grito ¡CENTRO, CENTRO!

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_{Venezuela Edo Lara}

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Y dije para mis adentros este es el mío, no puedo seguir esperando e inmediatamente me subí al bus conjuntamente con 15 personas más. Parecíamos “gomitas”, íbamos “como sardina en lata”, de todas formas logramos acomodarnos, yo quede pegado en una de las ventanas laterales como estampilla y así se inició mi viaje; transcurrido unos 5 minutos vino a mi memoria el tan mentado virus, y se me fijo este pensamiento “me voy a contaminar” y no me quedó otra cosa que ponerme a rezar, busque el auxilio celestial, yo seguía estampado en el vidrio y así transcurrieron 30 minutos hasta llegar a mi destino; cuando al fin logro bajarme entre “perdone”, “upa que fue eso”, “Señor no abuse”, “Aaay me piso”,

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_{Venezuela Edo Lara}

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”, al fin ya, fuera del bus levanto la vista me doy cuenta que la cola para adquirir víveres en el mercado es inmensa y me acuerdo de nuevo del bendito “virus”, memorizo y veo que llevo el tapabocas y un poquito de gel para limpiar mis manos y reflexiono y me digo: “tengo lo que se necesita para no contaminarme”; de nuevo levanto la vista y me doy cuenta que se inicia un gran barullo, veo que no respetan la cola, escucho palabras recordando a la progenitora que van y vienen, unos y otros se mandan bien largo al …, los ánimos se caldean hasta que aparece un líder que logra controlar la situación y anuncia que hay suficiente harina de maíz y huevos para todos y logra reiniciar nuevamente la cola, miro bien y observo que no respetan la distancia, algunos llevaban los tapabocas de manera inadecuada, no había control de temperatura, ni lavado de manos y en ese momento al ver que pasaba el tiempo y no lograba entrar para comprar lo deseado, me pregunto: ¿Compro o me contamino?, dígame la verdad ¿Qué harías tú?