Hola queridos amigos digitales

Mil gracias al @teamvenezuela por proponer este tema, que nos invita a reflexionar sobre el recorrido y las enseñanzas que nos han dejado este año que está dando sus últimos suspiros.

También quiero invitar a @samantha10 @antoniob y @betsay para que se unan a esta dinámica. Seguramente analizarán sus respectivos años desde un punto de vista reflexivo.

Un 2024 al aire libre

Como todo. Como a todos. El resumen de un año deja ver lo bueno y lo no tan bueno. Yo he sido siempre alguien muy positivo, y prefiero ver siempre lo bueno que te deja una experiencia, porque incluso cuando la experiencia es mala, te deja un aprendizaje, y eso es muy positivo en ese aspecto.

El 2024 ha sido un año de aprendizajes y desafíos

Este 2024 comenzó para mí con una gran incertidumbre, porque estaba por aceptar una propuesta de trabajo que cambiaría mi vida y la de mi familia. De hecho, comenzamos a vender y a salir de algunas cosas, porque la oportunidad requería mudarse a otro país.

Al final -por diversas circunstancias- tuvimos que rechazar la oferta.

A mí me gustaba, y la propuesta no era mala, pero cuando analizamos todo el contexto, no iba a ser lo mejor para mi familia.

El 2024 nos dejará una vida al aire libre

Así que mi esposa y yo decidimos que este año sería de sembrar y ahorrar, de crecimiento y consolidación de los estudios de nuestros hijos, y de conocer y aprender nuevas experiencias, además de trabajar en función de poder emigrar de nuevo en dos o tres años más.

Pero el destino nos tenía preparada una sorpresa. Una amiga estaba reuniendo fondos para una operación quirúrgica que necesitaba y estaba vendiendo un terreno cerca de la ciudad, pero en el área rural. Sería al lado de donde ella vive, y es un lugar que ya habíamos visitado anteriormente.

Como teníamos algo del dinero que usaríamos para nuestra nueva migración, decidimos comprar el terreno por tres razones: para ayudar a nuestra amiga, para invertir y no comernos el dinero, y para tener una propiedad en la que podamos construir a futuro o vender más adelante.

Pero eso sí, primero la disfritaríamos a mi manera. Visitando el lugar de vez en cuando, haciendo una parrillita cada vez que visitáramos “la parcela”, y acampando cuando quisiéramos despejarnos un rato. Claro, todavía no hemos acampado, pero ya tenemos el terreno.

Solo el futuro nos dirá si la inversión será finalmente para nuestra familia

Así que este 2024 nos dejó un terreno del que no sabremos su futuro ni el nuestro, pero donde mientras resolvemos, podemos vivir al aire libre.

Todas las fotos fueron tomadas por mí, con mi teléfono Samsung Galaxy J4+